Un estudio de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Tel Aviv mostró que el uso excesivo de teléfonos inteligentes y redes sociales puede provocar fatiga y somnolencia durante el día, rechinar los dientes y dolor en los músculos de la mandíbula y la boca
En el centro del problema está el «síndrome FOMO» (del inglés «fear of missing out», o «temor a perderse algo» que está sucediendo), una patología psicológica derivada del generalizado «miedo» social a estar ausente de experiencias gratificantes de otras personas o grupos.
Según explicaron la doctora Pessia Friedman-Rubin y la profesora Ilana Eli, que fueron parte de la investigación, «en esta época, la gente vive con un sentido de FOMO, y por eso quieren estar constantemente actualizados y saber ‘qué hay de nuevo’ en cada momento».
«Esta necesidad, naturalmente, crea una dependencia creciente de los teléfonos móviles, lo que conduce a sentimientos de estrés y ansiedad: ‘alguien podría escribir algo en las redes sociales y lo extrañaré y no estaré al tanto'», describieron las investigadoras israelíes.
Para el estudio, los investigadores compararon diferentes grupos (de un total de aproximadamente 600 participantes): uno de personas seculares (usuarios de teléfonos inteligentes) y otro de personas religiosas ultra-ortodoxas (la mayoría de los cuales usa un teléfono «kosher» sin conexión a internet ).
A los encuestados se les pidió que abordaran una serie de aspectos que tipifican el uso excesivo del teléfono, incluidos los sentimientos de estrés y tensión durante el día, la tendencia a despertarse por la noche, la necesidad de estar disponible para el celular, rechinar los dientes y el dolor de mandíbula.
«Los hallazgos del estudio son claros», aseguran desde la universidad. En efecto, los resultados mostraron que el 54 por ciento de los usuarios seculares de teléfonos inteligentes tienen una incidencia moderada a alta del problema de despertarse de noche, en comparación con apenas el 20 por ciento de los ultra-ortodoxos.
Además, la mitad de los encuestados seculares (50 por ciento) siente un nivel de estrés de moderado a alto debido al teléfono celular, en comparación con solamente el 22 por ciento de los ultra-religiosos.
Las disparidades entre los grupos también se reflejaron en la cuestión de qué tan disponibles sienten que deben estar para sus dispositivos móviles, añadió el reporte. El 45 por ciento de los seculares respondió que tenía una necesidad de moderada a alta de estar disponible para atender el celular, contra un 20 por ciento en el grupo ultra-ortodoxo.