Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv reveló que percibir el matrimonio como infructuoso es un predictor significativo de muerte por ACV y muerte prematura entre los varones
Según los hallazgos de los investigadores israelíes, el riesgo es mayor entre los varones relativamente jóvenes, de 50 años o menos.
La insatisfacción con la vida matrimonial, indicó el estudio, realizado sobre 10.000 varones israelíes, es no menos peligrosa que otros factores de riesgo bien conocidos, como el tabaquismo y la falta de actividad física.
Como parte del estudio, los investigadores realizaron análisis estadísticos de una base de datos que comenzó a recopilar información en la década de 1960 y, durante 32 años, rastreó la salud y el comportamiento de 10.000 varones.
Todos los sujetos de la investigación eran empleados del estado israelí, y los científicos prestaron especial atención a las muertes por accidentes cerebrovasculares y muerte prematura en general, se informó.
Se trata de un importante predictor de esperanza de vida, al igual que el tabaquismo o la falta de actividad física
«Buscamos analizar los datos recopilados longitudinalmente utilizando varios parámetros para identificar factores de riesgo conductuales y psicosociales que pueden predecir la muerte por un ACV y la muerte prematura por cualquier motivo», explicó el doctor Shahar Lev-Ari, jefe del Departamento de Promoción de la Salud de la Universidad de Tel Aviv.
Los investigadores dijeron que, al comienzo del estudio, se pidió a los participantes que clasificaran su nivel de satisfacción con el matrimonio en una escala del 1 (muy exitoso) al 4 (insatisfactorio).
«Para sorpresa de los investigadores, el análisis mostró que esta escala era un factor predictivo de la esperanza de vida, muy similar al tabaquismo y la falta de actividad física», indicaron desde la universidad israelí.
Por ejemplo -señalaron-, el número de fallecidos a causa de un derrame cerebral fue un 69 por ciento más alto entre aquellos que calificaron su matrimonio con un 4 (es decir, no exitoso), en contraste con aquellos que pusieron una nota muy alta a su situación de pareja.
En efecto, se registraron 40,6 muertos entre los muy insatisfechos versus 24 entre los muy satisfechos con sus matrimonios.
Los varones que veían su matrimonio como un fracaso murieron más jóvenes, señaló el reporte
Cuando se trató de fallecimientos por cualquier causa, la brecha fue del 19 por ciento a favor de los casados satisfechos: los datos muestran que entre los «infelices» hubo 295,3 muertes por cualquier motivo, entre los «felices» hubo solamente 248,5.
Los expertos -remarcó el informe- establecieron que las brechas resultaron aún mayores entre los hombres que eran relativamente jóvenes (menores de 50 años) al comienzo del estudio.
«Nuestro estudio muestra que la calidad del matrimonio y la vida familiar tiene implicaciones de salud para la esperanza de vida», subrayó Lev-Ari.
Los varones que veían su matrimonio como un fracaso murieron más jóvenes que aquellos que lo experimentaron como «un gran éxito», agregó.
«En otras palabras -dijo el experto israelí-, el nivel de satisfacción con el matrimonio se ha convertido en un factor predictivo de la esperanza de vida a una tasa comparable con el tabaquismo (fumadores frente a no fumadores) y la actividad física (actividad frente a inactividad)».
Según Lev-Ari, estos hallazgos son «consistentes con otros estudios que demostraron la efectividad de los programas educativos» que fomentan la construcción de buenas parejas «como parte de una estrategia nacional para promover la salud y el bienestar del público en general».
Los resultados del estudio se pueden consultar, en inglés, haciendo click aquí.