Así lo señaló un reporte del Canal 12, una de las principales estaciones de televisión de Israel, según el cual alrededor de 1.380 millones de dólares se invirtieron en vacunas
Con la llegada de una posible quinta ola del COVID-19, impulsada por la nueva variante, Ómicron, los gastos continuarán en el país, al igual que sucede en todo el mundo.
Por ejemplo, este jueves llegaron al país alrededor de 20.000 dosis de las píldoras de Pfizer para el tratamiento oral del coronavirus, a un costo de 530 dólares por paciente, según informó el diario Times of Israel.
Además, según apuntó el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, durante una conferencia de prensa, el país necesitará en las próximas semanas más camas de hospital y más máquinas oxigenadoras o respiradores.
«Esa es una demanda que salvará vidas y espero que el Tesoro entienda que hay cosas que en las que no se debe escatimar gastos», advirtió Horowitz.
Según el informe del Canal 12, además de los 1.380 millones de dólares en vacunas, el gobierno israelí gastó 1.930 millones en tests, 274 millones en hoteles para alojar a personas en cuarentena y unos 419 millones de dólares para el personal de distintos centros de salud.
El gasto relacionado con la pandemia llevó el déficit nacional «a un máximo histórico del 11,7 por ciento del PIB en el 2020 -indicó Times of Israel-, y los expertos esperan que se mantenga alto también en el 2021«.