Mientras se esperan los resultados de la carrera hacia la producción de una vacuna que pueda contener el avance del coronavirus, expertos del Instituto Weizmann, de Israel, recuerdan algunos detalles de la historia de este revolucionario descubrimiento
«Tenemos herramientas nuevas y de última generación» en la actualidad para enfrentar las enfermedades, explica el doctor Ziv Shulman en el video que acaba de publicar el Weizmann, que tiene su sede en Rehovot, pocos kilómetros al sur de Tel Aviv.
Shulman destacó, por ejemplo, la secuenciación de ADN, uno de los más modernos métodos que utilizan quienes desarrollan nuevas vacunas. «Imaginen lo que podríamos hacer al combinar» todos las nuevas herramientas, se entusiasma el profesor israelí.
Pero la historia de las vacunas se remonta, increíblemente, muchos siglos atrás, hasta la Antigua Grecia.
«Hemos sabido sobre el sistema inmunológico y sobre la inmunidad que brindan las vacunas desde hace miles de años«, relata Shulman, quien recordó que «los griegos descubrieron que exponerse a una enfermedad los protegía durante una segunda exposición».
En efecto, según afirman algunos estudiosos, los griegos y los turcos de la Antigüedad se rasguñaban y exponían el corte a gérmenes vivos, y los chinos inhalaban polvos preparados con tejido de personas fallecidas por la viruela.
De todas maneras, precisó Shulman, «no se hizo nada al respecto» de esos conocimientos «durante siglos».
Mucho tiempo después, llegó el momento de Edward Jenner, un médico rural de Inglaterra que, a fines del siglo XVIII, se percató de que las mujeres que trabajaban con vacas tenían un cutis más bonito que otras contemporáneas.
Jenner dedujo que estas mujeres contraían menos viruela que otras porque estaban expuestas a la viruela del ganado.
El médico inglés «le inyectó el virus de la viruela del ganado» de una vaca muerta a un niño, y como los antígenos de ambas versiones «son muy similares, eso hizo que el pequeño fuera resistente a la enfermedad», precisó en el video otro experto del Weizmann, el profesor Ido Amit.
«Las vacunas son uno de los descubrimientos más importantes en el campo de la inmunología» y «han salvado millones de vidas», completó Shulman.
Ahora queda esperar que esta historia de ciencia de siglos termine de ser aplicada en el frente contra el coronavirus.