Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev, que tiene su sede en Beer Sheva, en el sur de Israel, detectaron las seis barreras que dificultan hacer fisioterapia en casa, en particular en los casos de rehabilitación vestibular.
Ese tipo de rehabilitación atiende las anomalías en el sistema vestibular, como los mareos, la inestabilidad de la marcha, la sensibilidad al movimiento y visión borrosa. El tratamiento es especialmente eficaz cuando se lo practica sistemáticamente en casa.
Para encontrar una solución a la falta de una práctica constante de fisioterapia en casa, un grupo de investigadores del Departamento de Fisioterapia de la universidad israelí se contactó con treinta y nueve pacientes que realizaban una rehabilitación vestibular.
También hablaron con fisioterapeutas experimentados para identificar las barreras que frenan este tipo de tratamiento, que se enfoca en fortalecer el sistema sensorial vestibular (que se relaciona con el oído interno), para aliviar los problemas primarios y secundarios causados por los trastornos vestibulares.
Así fue que descubrieron seis barreras:
- Motivación, (la falta de confianza en la eficacia de la práctica, aburrimiento y falta de impulso interno).
- Aumento de los síntomas durante la práctica (agravamiento temporario de los mareos, durante o después de los ejercicios).
- Dificultades en la administración del tiempo (dificultad para integrar la práctica en la rutina diaria).
- Falta de feedback y orientación (comprensión limitada de los pacientes sobre cómo deben hacerse los ejercicios y su efecto).
- Factores psicosociales (¿qué pensarán las personas de mi entorno?).
- Y deficiencias médicas relacionadas (como dolor de cuello y migrañas).
Los investigadores publicaron sus hallazgos en la principal revista de fisioterapia The Journal of Neurologic Physical Therapy y dejaron también algunas recomendaciones para mejorar los resultados del tratamiento y la calidad de vida de los pacientes.
Mejorar la retroalimentación paciente-médico
Por ejemplo, propusieron incrementar la motivación, la interacción personal y el seguimiento a cargo de un médico, lo que podría permitir una mayor atención a los ejercicios.
También sugirieron conversaciones de retroalimentación sobre la realización de los ejercicios, incluyendo llamadas telefónicas y mensajes de texto a los pacientes entre visitas a la clínica, con el objetivo de fomentar la motivación.
A los pacientes recomendaron, entre otras cosas, practicar poco a poco a lo largo del día. También poner en marcha un registro de la mejoría a través de comentarios cuantitativos y visuales, como tablas y gráficos.
El estudio «proporcionó una amplia perspectiva para el análisis de datos tanto de los pacientes como de los medicos», señaló la profesora Shelly Levy-Tzedek, quien dirigió la investigación.
«Identificar las barreras comunes para la práctica -añadió- nos permitió elaborar estrategias que podrían mejorar el apego a las prácticas» de la fisioterapia en casa «y, como consecuencia, la eficacia del tratamiento».
Según la profesora israelí, se trata de un estudio «que puede ser aplicado en toda clínica y en todo paciente, y por consiguiente, constituye una guía importante para los terapeutas».