Un estudio realizado para entender cómo mejorar las tasas de vacunación entre minorías en los países europeos mostró que los ciudadanos árabes de Israel son un modelo a seguir.
La investigación, dirigida por expertos de la Facultad de Medicina Azrieli de la Universidad Bar-Ilan, descubrió las razones específicas que se esconden tras las altas tasas de vacunación entre los árabes israelíes, un fenómeno que rara vez se observa entre minorías a escala global.
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Como parte del proyecto internacional RIVER-EU para aumentar la aceptación de la vacunación en las comunidades desatendidas de la Unión Europea, los investigadores examinaron comportamientos entre las poblaciones minoritarias de todo el Viejo Continente.
Así fue que descubrieron que los israelíes árabes tienen muchas más probabilidades de recibir vacunas en comparación con la población general, en particular aquellas que se aplican a los niños.
Liderado por la doctora Jumanah Essa-Hadad y el profesor Michael Edelstein, quienes trabajaron junto a un equipo de investigadores de varios países, el estudio exploró los factores críticos que contribuyen a esta tendencia.
Un sistema de salud que inspira confianza
Uno de los hallazgos más significativos resultó ser la gran confianza que los árabes israelíes depositan en el sistema de salud del país. A diferencia de otras instituciones en Israel, el sistema de salud se percibe como profesional, justo y no discriminatorio, señaló el reporte.
Essa-Hadad destacó que el sistema de salud israelí «es conocido por su gran cantidad de médicos y enfermeras árabes, y su presencia contribuye a generar una sensación de confianza y voluntad de vacunar».
Para el estudio, cuyos resultados fueron publicados en el Israel Journal of Health Policy Research, los investigadores entrevistaron a más de medio centenar de miembros de la comunidad árabe, incluidos trabajadores de la salud, madres y adolescentes.

Los investigadores trataron de entender por qué este grupo, que forma alrededor del 20 por ciento de la población total del país, muestra altas tasas de vacunación, que de hecho contrastan con ciertas tendencias de reticencia a las vacunas en otros segmentos.
Edelstein, experto en salud pública y epidemiología de enfermedades infecciosas, señaló que «la norma social dentro de la comunidad árabe favorece firmemente las vacunas, considerándolas como prácticas de salud rutinarias y esenciales, en lugar de controvertidas».
Médicos y enfermeras que hablan árabe, y juegos para niños
Además, el estudio recordó que las vacunas suelen administrarse en entornos accesibles y propicios, y que las clínicas de habla árabe ofrecen horarios flexibles y zonas de juego para los niños.
«Esa comodidad y sensación de comodidad animan a las madres árabes a asegurarse de que sus hijos sean vacunados», remarcó el informe de la Universidad Bar-Ilan.
La investigación identificó otro factor clave para el éxito de la vacunación: el entorno escolar. Los adolescentes que observaban a sus compañeros vacunándose tenían más probabilidades de seguir su ejemplo, lo que refuerza la vacunación como una norma comunitaria.
Por cierto, que las vacunas sean proporcionadas gratuitamente en Israel también facilitó la participación de las familias árabes del país en el proceso de inmunización.
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Los voceros de la universidad remarcaron que los resultados del estudio ubican a la población árabe de Israel «como modelo para promover la vacunación entre otros grupos minoritarios a nivel mundial».
Y sugieren que «la confianza en los profesionales de la salud, junto con una infraestructura de atención médica accesible y de apoyo, son ingredientes clave para aumentar las tasas de vacunación en las poblaciones minoritarias de todo el mundo».