Shavuot trae a las mesas de los israelíes las habituales delicias de base láctea, desde blintzes a cheesecake y otras tortas de queso, pero también se consumen las famosas siete especies, incluyendo la granada, las uvas y otros productos agrícolas con grandes beneficios para la salud.
La festividad, que conmemora la entrega de las tablas de la ley por parte de Dios a al líder israelita Moisés en el Monte Sinaí, es una de las que recupera cada año las siete especies (Shiv’at HaMinim), productos de la tierra que se mencionan en la Biblia.
También en Tu Bishvat y en Sucot se consumen estos elementos clave de la alimentación en la región de la tierra de Israel: trigo, cebada, uvas, higos, granada, oliva y dátiles. Seis de ellos aparecen en Dvarim (Deuteronomio), uno de los libros de la Tanaj.
En efecto, cuando Dios se comunica con los israelitas para explicarles qué les espera en la tierra prometida, les dice que allí «no tendrán ustedes que preocuparse por la falta de alimentos, ni por ninguna otra cosa; en sus piedras encontrarán hierro, y de sus montes sacarán cobre».
Una tierra de higueras y viñedos
«Es una tierra donde hay trigo, cebada, viñedos, higueras, granados, olivos y miel», se lee en Deuteronomio 8:8. Algunas versiones de esta «lista» remplazan la miel por el dátil.
Las dos «estrellas» de este grupo son posiblemente los dátiles y, desde hace algunos años, la granada, que incluso es considerada un símbolo del judaísmo.
Se estima que los israelíes consumen un promedio de cuatro kilogramos de esta fruta per cápita cada año.
En la tradición judía, las granadas son «un símbolo de fertilidad y amor, por lo que se las menciona con frecuencia, entre otros textos bíblicos, en el Cantar de los Cantares».
Pero la granada también tiene enormes beneficios para la salud, empezando por sus poderosos antioxidantes que pueden ayudar a proteger la salud del corazón, los riñones y el microbioma intestinal.
Algunos estudios científicos señalan además que la granada también podría actuar para prevenir o moderar el impacto del mal de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y algunos tipos de cáncer.
Según la FAO, la organización de la ONU para la alimentación y la agricultura, los dátiles son ricos en hierro, potasio, calcio y magnesio y una fuente importante de fibra.
«También tienen un elevado contenido de calorías, lo cual los convierte en una excelente fuente de energía –dice la organización-. Por su sabor dulce, los dátiles también son una alternativa adecuada a los azúcares refinados».
El trigo: una historia de amor (y un poco de odio)
En los últimos años, reconoció el portal israelí Walla al referirse al consumo de las siete especies en Shavuot, «el trigo viene siendo «mencionado específicamente en contextos nutricionales negativos», aunque «a menudo de forma injustificada».
Walla recordó que, cuando se trata del trigo, «no es necesario evitar» el gluten a menos que «se padezca celiaquía u otros problemas de salud» relacionados con esa proteína.
El trigo y los subproductos que se fabrican a partir del cereal «son ricos en carbohidratos que proporcionan energía vital disponible para el cuerpo y el cerebro para la actividad diaria y, lo que es aún más importante, para quienes practican actividades deportivas intensas».
¿Y la cebada? Contiene ocho aminoácidos esenciales y por eso, entre otros beneficios, mejora la salud del colon y el intestino, previene la osteoporosis y la aparición de cálculos biliares.
Por su parte, agrega el informe de Walla, las uvas «a veces también se mencionan negativamente en el contexto nutricional debido a su cantidad relativamente alta de azúcar y densidad calórica».
Un pequeño racimo de uvas, de unos 70 gramos, contiene en promedio unas 50 calorías y unos 10 gramos de hidratos de carbono simples, «pero también tienen bastantes beneficios para la salud, siendo los más destacados los antioxidantes».
Endulzando antes del azúcar
Los higos, por su lado, son reverenciados desde los tiempos antiguos, en grandes civilizaciones de Medio Oriente y en Grecia.
No es para menos: desde antes de la popularización del azúcar, satisfacen los antojos dulces y al mismo tiempo brindan muchos beneficios importantes para la salud.
Además, al ser una buena fuente de calcio y potasio, los higos pueden ayudar a mejorar la densidad ósea, lo que, a su vez, puede prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Finalmente, el olivo no necesita presentación. Sus frutos y el aceite son elementos fundamentales de la dieta mediterránea y amados por cocineros, cocineras y chefs en todo el planeta.
Las aceitunas -recordó Walla- son muy ricas en ácido oleico (Omega 9), que constituye aproximadamente el 74 por ciento de la composición del aceite de oliva. Ese ácido «ayuda a tratar la inflamación, reducir el riesgo de accidente cerebrovascular, enfermedades cardiovasculares y reducir el riesgo general de mortalidad».
Evidentemente, las siete especies, de la granada al olivo, están repletas de beneficios para la salud y se pueden considerar verdaderos «súper héroes» de la alimentación.