Investigadores del Technion desarrollaron un apósito con micro-agujas que se aplica en la piel y controla permanentemente importantes indicadores de la salud, como los niveles de sodio y glucosa, y los transmiten en tiempo real a los médicos
A diferencia de las agujas médicas estándar, que se insertan en la piel hasta los vasos sanguíneos y los nervios y, por lo tanto, causan dolor y sangrado, las micro-agujas inteligentes son cortas y delgadas y solo atraviesan la primera capa de la piel.
A pesar de su corta longitud, monitorean indicadores fisiológicos importantes porque alcanzan el líquido intersticial debajo de la superficie de la piel, sin causar dolor.
Así es que pueden medir diferentes componentes biológicos y químicos, incluidos el sodio y la glucosa.
La transferencia de datos al médico y al paciente se realiza de forma inalámbrica a través de la nube y tecnologías IoT («Internet of Things»), explicaron desde la universidad israelí, considerada una de las mejores del mundo.
Este monitoreo continuo, que permite la detección temprana de diversos trastornos fisiológicos, «es fundamental para la prevención de enfermedades y otras complicaciones de salud» como los problemas cardíacos, renales o infecciosas, añadieron.
Se trata, afirmaron desde el Technion, de «un salto adelante en el diagnóstico de enfermedades»
Además, tiene el potencial de eliminar la necesidad de diagnósticos convencionales como los análisis de sangre que actualmente se realizan en las clínicas, son dolorosos para el paciente y -destacaron- no brindan resultados online o inmediatos.
Según apuntaron desde Haifa, donde tiene su sede la universidad, dos de las enfermedades que controla el nuevo sistema son la hipernatremia y la hiponatremia, ambas relacionadas con el nivel de sodio en la sangre, en el primer caso debido a niveles demasiado altos y, en el segundo, demasiado bajos.
«Ambas enfermedades pueden afectar la función neurológica y provocar diversas afecciones, como el coma y la pérdida del conocimiento, por lo que un control temprano puede prevenir el sufrimiento», aseguró el reporte del Technion.
«Para adaptar la tecnología a la vida diaria, hemos desarrollado este apósito, hecho de un polímero flexible y suave que se estira y contrae junto con la piel y, por lo tanto, no interfiere con ningún movimiento», indicó el profesor Hossam Haick, quien encabezó la investigación.
Haick dijo además que, para su equipo, «es importante que el sistema esté disponible para todos», y que por ello «nos aseguramos de utilizar materiales relativamente económicos para que el producto final no sea costoso».
«La tecnología que hemos desarrollado representa un salto adelante en el diagnóstico de enfermedades y el seguimiento fisiológico continuo en el hogar y en la clínica», completó el académico israelí, cuyo laboratorio desarrolló también un innovador parche para la piel que detecta la tuberculosis.