Un nuevo estudio de investigadoras de la Universidad Hebrea de Jerusalén descubrió cómo la estructura y las modificaciones químicas del ADN afectan al daño causado por el humo del cigarrillo -como el cáncer de pulmón- y a la capacidad del cuerpo para repararlo.
La investigación fue dirigida por la profesora Sheera Adar y su estudiante de posgrado Elisheva Heilbrun-Katz, de la Facultad de Medicina de la universidad israelí, en colaboración con la profesora Raluca Gordan de la Universidad de Duke y la Universidad de Massachusetts.
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En el estudio -cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada Nucleic Acids Research-, las investigadoras recordaron que el humo del cigarrillo causa cáncer principalmente al dañar el ADN.
Durante este trabajo, Adar, Heilbrun-Katz y Gordan mapearon los daños en el ácido desoxirribonucleico causados por el tabaquismo y revelaron que la forma en que nuestro ADN está organizado y modificado químicamente puede influir en cómo el humo del cigarrillo lo daña.
También influye en qué tan bien se repara el daño y cuántas mutaciones se formarán, destacó el estudio desarrollado en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
El estudio se enfocó en el benzo[a]pireno, una sustancia química nociva presente en el humo del cigarrillo. Cuando el cuerpo la procesa, esa sustancia se convierte en benzo[a]pireno diol epoxido, que puede unirse al ADN, alterar su función normal y provocar daños celulares.
Estudiando el ADN para combatir el tabaquismo
Utilizando herramientas genómicas avanzadas, las investigadoras descubrieron que el entorno del ADN importa. Ciertas regiones del ADN, especialmente las más abiertas y activas, son más propensas a sufrir daños, pero también son reparadas mejor por las células.
También descubrieron que los factores de transcripción pueden ayudar o perjudicar, ya que las proteínas que regulan la actividad de los genes a veces pueden proteger el ADN de los daños, pero en otros casos lo hacen más vulnerable.
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La reparación eficiente es clave, subrayaron las investigadoras: las áreas del ADN que se reparan mejor tienden a acumular menos mutaciones, incluso si inicialmente sufrieron más daños.
Estos hallazgos, apuntaron desde la universidad israelí, proporcionan nuevos conocimientos sobre cómo se producen las mutaciones relacionadas con el tabaquismo y pueden ayudar a orientar futuras estrategias de prevención y tratamiento del cáncer.













