Una plataforma israelí, desarrollada por una reconocida experta en este terreno, le agrega una decisiva cuota de inteligencia artificial (IA) al proceso de fecundación in vitro, seleccionando al embrión con las mejores chances de ser implantando con éxito en el útero materno.
En todo caso, no sorprende que este sistema haya sido desarrollado en Israel, un país considerado líder mundial en este tipo de procedimientos y, además, con una tasa de fertilidad promedio de 2,9 nacimientos por mujer, muy por encima del 2,3 global.
«Comenzamos esto para hacer una mejor evaluación y selección de embriones y eliminar la subjetividad humana», explicó la doctora Daniella Gilboa, cofundadora y CEO de la startup AIVF, que tiene su sede en Tel Aviv.
Gilboa es una embrióloga con quince años de experiencia «y respetada internacionalmente en su campo, con un papel en la formulación de políticas globales y es miembro de varios comités de la American Society for Reproductive Medicine, la presentó el portal israelí NoCamels.
La experta admitió que muchos de sus colegas tienen la capacidad de evaluar la viabilidad y salud de un embrión mediante el seguimiento de diferentes marcas y parámetros a lo largo de su crecimiento.
Pero «basarse únicamente en el juicio humano significa que no existe una estandarización en el campo a la hora de decidir qué embriones fertilizados in vitro son los más viables», añadió la publicación.
Frente a esto, Gilboa y el jefe científico de AIVF, el profesor Daniel Seidman, pusieron a punto esta plataforma de inteligencia artificial que puede ser mejor que el ojo humano en el «punto crucial» de evaluar la viabilidad de los embriones en el laboratorio.
El camino hacia un embarazo exitoso
Estos algoritmos son capaces, aseguran Gilboa y Seidman, de determinar cuál de los óvulos fertilizados de una mujer tiene más probabilidades de resultar en un embarazo exitoso.
La plataforma, que lleva el nombre EMA, usa una «enorme cantidad» de datos biológicos para comprender la biología del desarrollo de los embriones, explicaron.
EMA analiza el desarrollo de un embrión en la incubadora desde el «día cero», de la fertilización, hasta aproximadamente el quinto o sexto día, justo antes de que potencialmente regrese al útero.
«Después de esos cinco o seis días -señaló Gilboa en la entrevista con NoCamels-, la IA produce una puntuación para el embrión que se traduce en su probabilidad de éxito».
Desde AIVF afirmaron que EMA ofrece un nivel de precisión un 38 por ciento mayor en comparación con la evaluación de un embriólogo únicamente.
También, completaron desde la startup israelí, que los embriones con una puntuación EMA alta demuestran un 70 por ciento de probabilidad de un embarazo exitoso después de la fecundación in vitro.