Un informe del Ministerio de Trabajo de Israel sobre el mercado laboral en el 2022 mostró que durante la última década se registró un impactante aumento del número de mujeres árabes que obtienen educación superior.
El reporte, citado por el diario Globes, señaló que en el 2020 una cuarta parte de las mujeres árabes de 30 a 34 años tenía títulos académicos, el doble de la proporción del 2010, cuando solamente el 13 por ciento de ese segmento de la población había alcanzado ese nivel educativo.
Para el grupo de edad de 29 a 31 años, la proporción de graduados alcanzó el 27 por ciento en 2020, añadió el periódico económico israelí, que destacó que esta tendencia se viene traduciendo en una mayor participación en el mercado de trabajo de las mujeres árabes del país.
Las cifras, puntualizó Globes, están en línea con las del Consejo de Educación Superior de Israel, que también muestran un aumento sustancial en el número de estudiantes árabes.
La proporción de mujeres árabes que estudian para obtener un primer título se mantuvo estable en los últimos años en alrededor del 69 por ciento, «pero la proporción de árabes en el alumnado de pregrado en su conjunto creció del 16 por ciento al 20 por ciento en la actualidad», una tasa similar al porcentaje que representa esta minoría dentro de la población general.
Mejor educación y mejores salarios
Globes destacó que «existe una correlación entre la educación superior, la participación en la fuerza laboral y el nivel de pago» de salarios.
Las personas con títulos académicos en las universidades de Israel, precisó, «ganan más que las que no tienen, incluso después de controlar variables como la ocupación, la industria, el género, el grupo étnico y la ubicación» geográfica.
«El futuro del mercado laboral» del país «depende de la capacidad de las diferentes poblaciones para participar en él en general, y particularmente en áreas con alta demanda que ofrecen salarios altos, y esa es la tarea que tenemos por delante», dijo el director general del Ministerio de Trabajo, Israel Uzan.
El funcionario celebró que, «en la última década, se registró una mejora notable en el empleo entre las mujeres árabes y haredi junto con un fuerte aumento en los niveles de educación».