Con apenas 22 años, el soldado israelí Yuval Zarkovsky ya combatió en Gaza en la guerra que estalló tras el ataque terrorista del 7/10 y estuvo desplegado en la frontera norte, donde resultó gravemente herido durante un bombardeo de Hezbollah.
Yuval perdió una de sus piernas, que debió ser amputada. Pero eso no le impidió volver a estudiar a su universidad, el Technion de Haifa, donde cursa en la Facultad de Ingeniería Civil y Ambiental.
Se estima que, desde que comenzó la guerra, más de 3.000 soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fueron heridos. «Entre ellos decenas de estudiantes del Technion», señalan desde la universidad.
El famoso instituto tecnológico tiene desde have varios meses en marcha un programa especial para asistir a sus alumnos que prestan servicio en las FDI y eventualmente vuelven a clase.
Ayudar a los estudiantes
«Una de nuestras primeras tareas cuando estalló la guerra fue recopilar los nombres y detalles de los estudiantes heridos», señaló la decana de servicios para los alumnos, la profesora Ayelet Fishman.
«Tan pronto como recibimos la información -añadió-, los asesores del Centro de Apoyo y Consejería Estudiantil se comunican con los heridos o sus familiares para ver cómo podíamos ayudar».
Fishman comentó que, «desafortunadamente, no puedo curar a los estudiantes heridos, pero en mi función, puedo ayudarlos financieramente, ya sea financiando el alquiler o el tratamiento psicológico, proporcionando préstamos accesibles».
La universidad también financia sesiones de tutoría y cursos en línea y, «si es necesario, incluso un taxi desde el hospital al Technion todas las mañanas», completó la funcionaria del instituto.
En su website, la universidad compartió algunas historias de los soldados que están participando del programa de reinserción en las clases, entre ellas la de Yuval.
El joven Zarkovsky contó que el año pasado cursó un semestre de verano (boreal) y a principios de octubre, cuando miembros de Hamas invadieron el sur de Israel y mataron a 1200 personas, además de tomar decenas de rehenes, «me estaba preparando para los exámenes».
Un giro dramático
Las cosas cambiaron radicalmente para este soldado israelí, quien fue convocado dos semanas después del ataque terrorista, enviado primero a la frontera norte, luego a Gaza y, finalmente, otra vez en el frente con Hezbollah.
Precisamente, mientras se encontraba en el límite con el territorio libanés, conoció a una soldado y pronto se convirtieron en pareja. El 7 de diciembre ella fue dada de alta y él permaneció en funciones. Al día siguiente ocurrió un hecho que cambió su vida.
En la tarde del 8 de diciembre, la posición donde estaba estacionado Yuval fue bombardeada y el edificio se derrumbó sobre él y otro soldado.
«Solamente resultó herida mi pierna, pero el otro soldado quedó literalmente enterrado bajo los escombros -rememoró-. No podía creer que lograría sobrevivir, pero afortunadamente lo hizo».
Apenas recobró el sentido, aplicó un torniquete sobre su pierna herida y envió mensajes de texto a su madre y a su novia.
«Alguien llegó, reforzó mi torniquete y fue a tratar a los demás soldados heridos -relató-. Uno de los soldados de combate vino y me escoltó a un área protegida».
Una vez a salvo, «me trataron allí y luego me trasladaron en helicóptero junto con el otro soldado herido al campus de atención médica del hospital Rambam, en Haifa».
«No cambiará el curso de mi vida»
Los médicos del Rambam le informaron a Yuval que probablemente tendrían que amputarle la pierna. Al principio hubo algunas dudas, pero a los pocos días la decisión fue clara: la amputación era necesaria.
«Entendí que no había otra opción y la acepté», dijo el soldado, quien recibió una prótesis y sesiones de rehabilitación que ahora le permiten caminar sin muletas.
Luego recibió otra prótesis más moderna, desarrollada en Estados Unidos y, según sus médicos, Zarkovsky volverá a moverse plenamente después de completar el proceso de rehabilitación.
Yuval retomó sus estudios a distancia y recientemente regresó a las clases presenciales en el Technion, en especial aquellas que se realizan en laboratorio «porque no se pueden hacer de forma remota y es muy difícil ponerse al día si te las pierdes».
«Llegué al Technion a estudiar por amor a la ingeniería y la construcción. Me quedan cinco semestres más, así que todavía hay mucho tiempo para decidir qué haré a continuación», confesó Yuval.
En todo caso, completó el soldado israelí, «la lesión no cambiará el curso de mi vida».