Israel sigue en guerra y, hace pocos días, soportó una lluvia de misiles lanzada desde Irán, pero en las horas alrededor del año nuevo judío, el Rosh Hashaná, se registró una ola de luz que compensa el sufrimiento: los bebés que «compitieron» por ser el primero del 5785 en el país.
Los principales hospitales presentaron a sus propios «ganadores». Por ejemplo, el centro médico Sheba, a menudo señalado como uno de los mejores hospitales del mundo, contó en sus redes sociales que el hijo de Yarik y Lilia nació con un peso de 3,2 kilos.
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Desde el hospital ubicado en Ramat Gan, en la periferia de Tel Aviv, la flamante mamá comentó: «los esperamos mucho tiempo, deseo que sea el niño más feliz del mundo, lo amamos mucho».
En el hospital Wolfson, en Holon, el primer bebé del año nuevo nació a las 18.50 hora local y pesó 2,8 kilogramos. Y en el centro médico HaEmek, en la ciudad de Afula, en el norte de Israel, llegó el tercer hijo de Yifat y Tam, una pareja del kibutz Ein Hashofet.
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«Gracias por una experiencia de parto muy especial, incluso durante este momento difícil», dijo la mamá ya con el pequeño en sus brazos. «No sentimos seguros -añadió-, lo que no se da por sentado en estos días» de combates contra el grupo islamista Hezbollah en el norte del país.
«Les deseo a todas las mamás de Israel un año nuevo mejor que el anterior», completó en referencia a la difícil situación creada tras el ataque islamista del 7 de octubre del 2023 en el sur de Israel.
De la oscuridad a la luz
Precisamente, el primer nacimiento del año en el hospital Meir, en Kfar Saba -a unos quince kilómetros de Tel Aviv y considerada una de las ciudades con mejor calidad de vida del país-, estuvo marcado por el recuerdo de los hechos del 7/10.
La mamá, Inbar, perdió a dos de sus primos en el festival musical Nova, adonde los terroristas de Hamas asesinaron de manera salvaje a 360 chicos y chicas israelíes y extranjeros.
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A las 21.40, pocas horas después de iniciado el Rosh Hashaná del 5785, llegó al mundo el tercer hijo de Inbar y su esposo, Or.
«Este fue un año muy difícil, mis dos queridos primos fueron asesinados en el festival Nova y terminó la vida para ellos», repasó emocionada la joven madre. «Hoy deseo que todos podamos volver al optimismo, que sea un año mejor que el anterior, que la guerra termine y que todos los secuestrados regresen a casa», concluyó.
En las cuentas del hospital en las redes sociales, los responsables del centro médico Meir presentaron la historia de Inbar, Or y su nuevo niño con una frase que resume las sensaciones de todos las madres y los padres que tuvieron la suerte de recibir un nuevo integrante de la familia en Rosh Hashaná.
Se trató, dijeron desde el hospital, de una historia que va «de la oscuridad a la luz».
