Desafiando un boicot y protestas frente a la universidad en Bélgica donde se llevó a cabo la ceremonia, tres destacados científicos israelíes recibieron el Premio Rousseeuw que otorga la Fundación Rey Balduino y es considerado el «Nobel» del campo de la Estadística.
Los profesores Yoav Benjamini, Daniel Yekutieli y Ruth Heller, del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Tel Aviv, fueron distinguidos por su trabajo pionero sobre la Tasa de Falsos Descubrimientos (False Discovery Rate o FDR).
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El premio de un millón de dólares, establecido como un equivalente al Premio Nobel (que no incluye disciplinas matemáticas), reconoce las contribuciones sobresalientes en estadística que impactan profundamente en la ciencia y la sociedad.
La ceremonia se llevó a cabo en la Universidad Católica de Lovaina, donde estudiantes y profesores pidieron un boicot académico a Israel por la guerra en Gaza. Afuera del edificio, algunos estudiantes repartieron folletos anti-israelíes.
Pero nada pudo empañar el histórico momento para las profesores israelíes y su «Nobel» de Estadística.
La ciencia como un puente
Hablando durante la ceremonia, que se celebró el 3 de diciembre, Benjamini incluso destacó la importancia de la ciencia como puente entre las sociedades.
El académico israelí, relataron voceros de la Universidad de Tel Aviv, hizo además un llamado a «la preservación de las colaboraciones científicas, evitar el boicot y proteger la ciencia de la interferencia política».
Este premio para Benjamini, Yekutieli y Heller destacó su trabajo que permite escanear numerosos resultados experimentales para identificar hallazgos significativos, al tiempo que limitan el número de falsos descubrimientos.
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Por ejemplo, suele ocurrir que se anuncia un descubrimiento científico prometedor y nunca más se escucha hablar del tema. Eso suele deberse a que experimentos posteriores realizados por otros investigadores no lograron reproducir el efecto que llevó al anuncio.
Ese problema es conocido como la «crisis de la replicación» en la ciencia, y el sistema desarrollado por los investigadores israelíes permite que el nivel de «descubrimientos falsos» logrados en ese marco se mantenga en niveles «aceptables».