Una nueva «escuela de energía» comenzó a funcionar en Israel para llevar adelante las investigaciones que pueden derivar en los dispositivos del futuro, desde baterías de sodio a drones a base de hidrógeno, pasando por celdas de combustible para crear electricidad verde
«La energía y la sostenibilidad están entrelazadas», afirmó el profesor Arie Zaban, de la Universidad Bar-Ilan, adonde se inauguró esta semana el instituto para estudiar las fuentes que movilizarán las infraestructuras del mañana.
«Si no resolvemos el problema de la energía, no podremos operar en un entorno sostenible», advirtió el académico israelí, según el cual esos son «dos problemas que tienen un impacto decisivo en el futuro de la humanidad».
El Centro de Energía y Sostenibilidad que se abrió en Ramat Gan, en la periferia de Tel Aviv, incluirá cincuenta y cinco grupos de investigación para «capacitar a la próxima generación de profesionales» en este campo, apuntó.

Además de concentrarse en la investigación y el desarrollo de energías renovables desde las primeras etapas hasta las tecnologías activas, el centro trabajará para «cultivar» empresarios e investigadores que sean los líderes potenciales de esta industria en Israel en el futuro.
De la inauguración participó la ministra de Energía de Israel, Karine Elharrar, quien durante su discurso recordó las palabras de David Ben Gurion.
El primer jefe de gobierno del país decía hace ya varias décadas que «la seguridad es energía», destacó Elharrar.
«Necesitamos una combinación de diferentes tipos de energía y la crisis en Europa demuestra que no podemos renunciar a ninguna de ellas en este momento», dijo la ministra.
Para Elharrar, Israel está en condiciones de «liderar el mundo de la energía» y aseguró que un instituto como el inaugurado en Bar-Ilan «es el lugar del que saldrán frutos» para confirmarlo.