Un soldado israelí que estaba en pleno entrenamiento en el norte del país encontró una forma metálica y redondeada en el suelo… se acercó para verla mejor y descubrió que era una moneda de hace más de 1.800 años
Según explicaron desde la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), que confirmó el hallazgo y clasificó el objeto, se trata de una moneda «municipal» acuñada alrededor de los años 158 y 159 de la era cristiana, cuando el imperio romano que controlaba la región permitió a algunas ciudades una cierta medida de auto-gobierno.
La moneda fue hallada por el soldado Ido Gardi, de una división blindada de las Fuerzas de Defensa de Israel, durante entrenamientos en la zona de Ramot Menashe, unos 30 kilómetros al sur de Haifa. Como todo buen ciudadano que encuentra un objeto arqueológico y lo entrega a las autoridades, Ido recibió un diploma de la AAI.
El doctor Donald Zvi Ariel, jefe del departamento numismático de la AAI, la moneda se encuentra en buen estado y su suma a las apenas once similares que se conocen en el país. «Todas estas monedas fueron encontradas en el norte: desde Megido y Zippori, pasando por Tiberias y el Monte Harbel», señaló Ariel.
Los expertos de la AAI contaron que la moneda presenta una imagen de la cabeza del emperador romano Antonino Pío y fue fechada en 158-159 de la era cristiana. En el reverso aparece un dios sirio de la luna y la frase «del pueblo de Geva Phillipi», la ciudad adonde se habría acuñado, conocida también como Geva Parashim.
Geva es una ciudad antigua que se menciona en los escritos de Flavio Josefo, y se encontraba -según esos textos- en las colinas en los márgenes del valle de Jezreel.
«Esperamos que la buena acción demostrada por Ido sirva de modelo a seguir para otras personas que encuentren antigüedades», dijo Nir Distalfeld, quien está a cargo de una unidad especial de la AAI para prevenir el robo de restos arqueológicos en el país.
Distalfeld destacó, en ese sentido, que el fenómeno de toparse con rastros del pasado es muy común en Israel. La moneda hallada en Ramot Menashe, estimó, «probablemente la perdió su dueño en una de las carreteras que atraviesan esta zona, hasta que un soldado la avistó casi 2.000 años después».