Arqueólogos israelíes anunciaron el hallazgo de un verdadero objeto de lujo de la Jerusalén de hace 2.700 años: un inodoro, entre los restos de una mansión en lo que hoy es la Ciudad Vieja
«Solamente los ricos podían darse el lujo de tener inodoros» en aquella época, destacó Yaakov Billig, el director de la excavación.
El inodoro de piedra se encontró en un baño, colocado sobre un tanque séptico profundo excavado en la roca madre, explicaron desde la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
Según el reporte, el inodoro está hecho de piedra caliza, «fue diseñado para sentarse cómodamente y tiene un agujero en el centro».
Billig apuntó que «un cubículo de baño privado era muy raro en la antigüedad y, hasta la fecha, solo se han encontrado unos pocos, principalmente en la Ciudad de David», en Jerusalén.
Después de reiterar que se trataba de un gran lujo, el arqueólogo abundó: «de hecho, mil años después, la Mishná y el Talmud discutían los diversos criterios que definen a una persona rica, y la opción del rabino Yossi de ser rico era tener un baño cerca de la mesa».
Además del inodoro, se descubrieron otros «impresionantes» fragmentos arquitectónicos, dijeron los arqueólogos. Se trata de capiteles de piedra ornamentados y pequeñas columnas de la barandilla de una ventana, talladas en un estilo típico de la época del Primer Templo.
Mientras trabajaban en el sitio, los arqueólogos también identificaron evidencia de que cerca del baño había un jardín de árboles ornamentales, frutales y plantas acuáticas.
«Es fascinante ver cómo algo obvio para nosotros hoy, como los inodoros, fue un artículo de lujo durante el reinado de los reyes de Judá», dijo Eli Eskosido, director de la AAI. «Jerusalén -completó- nunca deja de sorprendernos«.