Un grupo de arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, junto a colegas de Mongolia y Estados Unidos, descubrió secretos de una parte de la Gran Muralla China, fuera de China, que hasta ahora había sido prácticamente ignorada por los académicos
El equipo de investigadores, encabezado por el profesor Gideon Shelach-Lavi, de la Universidad Hebrea, logró completar el «mapeo» completo de la llamada Línea Norte de la Gran Muralla, también conocida como el muro de Genghis Khan.
Según explicaron los autores de la investigación, cuyos hallazgos fueron publicados en la revista especializada Antiquity, la Línea Norte apenas aparece comentada en los estudios contemporáneos sobre la muralla, y solamente recibe menciones menores en los libros clásicos sobre el tema.
Posiblemente se deba a que la mayor parte de este tramo de la Muralla se encuentra actualmente en territorio de Mongolia, con algunos tramos también en Rusia.
Vale la pena recordar que la famosa barrera fue construida a lo largo de cientos de años, desde finales de la era pre-cristiana hasta el siglo XVII, con el objetivo de proteger militarmente al imperio chino.
Precisamente, los descubrimientos del equipo encabezado por el profesor israelí mostraron que esta «nueva» sección de la Muralla China no fue construida para la guerra sino para funciones más parecidas al control de poblaciones migrantes.
«Nuestro análisis del muro sugiere que no fue construido para defenderse contra grandes ejércitos invasores o incluso contra incursiones nómadas en tierras sedentarias, sino que más bien estaba orientado a monitorear y controlar los movimientos de las poblaciones nómadas y sus rebaños«, dijo Shelach-Lavi.
Al examinar la ubicación y el estilo de construcción del muro, el equipo internacional de arqueólogos, que incluía colegas de la Universidad de Yale y la Academia de Ciencias de Mongolia, mostró que el papel principal de la Línea Norte habría sido expandir la influencia del Imperio Khitan-Liao, una de las dinastías en la región, controlando a los nómadas que vivían en su territorio del norte.
Significativamente, muchas de las estructuras del muro no están ubicadas en puntos estratégicos altos, que son críticos para la defensa militar. En cambio, se ubicaron a altitudes más bajas, probablemente más cerca de las carreteras y otros sitios que ayudarían en el control de la población migrante.
Los resultados de la investigación sugieren que el concepto comúnmente aceptado de que todas las estructuras de la Gran Muralla estaban preparadas con objetivos militares «debe ser cuestionado», dijo Shelach-Lavi.
«Necesitamos estudiar las estructuras y su contexto para comprender mejor las razones por las que fueron construidas», añadió.
En cuanto al hecho de que, a pesar de su aparente importancia, la Línea Norte no se menciona en ningún documento contemporáneo, el profesor israelí afirmó que «esta enorme estructura es extremadamente enigmática».
Durante su trabajo de varios años, el equipo identificó 72 estructuras a lo largo del muro, que se organizaron en pequeños grupos, cada uno ubicado aproximadamente a 30 km de distancia, lo que indica que probablemente se construyó en una sola fase organizada durante el Imperio Khitan-Liao (907-1125 de la era cristiana).