Finalmente, después de varias postergaciones, despegó desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en el estado norteamericano de Florida, la misión Artemis I, el primer paso del proyecto para el regreso del hombre a la Luna y, luego, posiblemente, camino a Marte
En el cohete viajan dos sofisticados maniquíes que simulan ser tripulantes de la nave. Uno de ellos, bautizado Zohar, cuenta en su viaje a la Luna con un traje de protección contra la radiación desarrollado con tecnología israelí.
Tras el lanzamiento exitoso del cohete SLS de la NASA, el más poderoso del mundo, la nave espacial Orion se dirige ahora a la Luna como parte del programa Artemis.
Llevando una nave Orion sin tripulación, SLS despegó en su debut de vuelo de prueba el miércoles 16 de Noviembre a las 6:47 GMT desde la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy, se informó.
El lanzamiento es la primera etapa de una misión en la que se planea que Orion viaje aproximadamente más de 64.300 kilómetros más allá de la Luna y regrese a la Tierra en el transcurso de 25,5 días.
Artemis I, señalaron desde la agencia espacial estadounidense, es «una prueba importante» de la NASA «antes de volar» con «astronautas en la misión Artemis II».
«Qué espectáculo tan increíble ver el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA y la nave espacial Orion despegar juntos por primera vez», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson.
«Este vuelo de prueba sin tripulación -continuó- llevará a Orion al límite en los rigores del espacio profundo, ayudándonos a prepararnos para la exploración humana en la Luna y, en última instancia, en Marte».
We are going.
— NASA (@NASA) November 16, 2022
For the first time, the @NASA_SLS rocket and @NASA_Orion fly together. #Artemis I begins a new chapter in human lunar exploration. pic.twitter.com/vmC64Qgft9
3, 2, 1… lift off! ????@NASA_SLS and #OrionESM shoot into the sky. #Artemis I is soaring #ForwardToTheMoon with the ???????? and ???????? #LunaTwins on board! ???????? pic.twitter.com/DXRqezj4Ru
— DLR - English (@DLR_en) November 16, 2022
«Todo lo que estamos haciendo con este vuelo Artemis I -apuntó por su parte el astronauta Randy Bresnik-, lo estamos viendo a través de la lente de lo que podemos probar y lo que podemos ver que reducirá el riesgo para la misión tripulada Artemis II».
Según los planes de la NASA, Artemis II volará al espacio con tripulación pero será recién la Artemis III la que llevará astronautas de regreso a la Luna, y una estadounidense hija de un israelí figura entre las principales candidatas a volver a pisar nuestro satélite natural más de medio siglo después del Apolo 11.
Después de años de retrasos y miles de millones en sobrecostos, el cohete del SLS voló hacia el cielo, elevándose desde el Centro Espacial Kennedy con 8,8 millones de libras (4 millones de kilogramos) de empuje y alcanzando las 100 millas por hora (160 kilómetros por hora) en segundos.
La cápsula de Orion estaba colocada en la parte superior, lista para salir de la órbita terrestre hacia la luna en menos de dos horas de vuelo.
En cuanto al costado israelí de la misión, está provisto por la empresa StemRad, que desarrolla de trajes de protección contra la radiación para exploradores espaciales, personal de respuesta a emergencias, fuerzas de defensa, trabajadores de la industria nuclear y personal médico.
«Nuestro equipo trabajó muy duro para diseñar, adaptar y mejorar AstroRad y estamos seguros de que superará los desafíos presentados durante la misión Artemis I con gran éxito», había dicho el doctor Oren Milstein, fundador y CEO de StemRad, en agosto de este año.
Esta misión representa «la primera vez que el nivel de radiación al que están expuestos los astronautas durante un vuelo tripulado a la Luna se medirá con tanta precisión», explicaba en aquella oportunidad Thomas Berger, de la DLR alemana y científico jefe del test.