Un informe de la plataforma de ciberseguridad Radware reveló que los ataques del tipo DDoS (por distributed denial of service o denegación de servicio distribuido) crecieron un 550 por ciento alrededor del mundo en el 2024, y que los países más agredidos por hackers fueron Ucrania e Israel.
Los ataques DoS (denial of service) son aquellos en los que los hackers agreden un sistema informático o red de computadoras para interrumpir su funcionamiento o hacer que sus servicios sean inaccesibles para los usuarios legítimos.
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En general, esos ataques causan la pérdida de la conectividad con la red por un excesivo consumo del ancho de banda de la red de la víctima o una sobrecarga de los recursos del sistema apuntado.
Por su parte, los DDoS se practican provocando un gran flujo de información desde varios puntos de conexión hacia un mismo punto de destino, es decir, el blanco elegido por los hackers.
Según los expertos, la manera más sencilla de perpetrar un DDoS es a través de una red de bots, considerada la herramienta más común y eficaz por su relativa simpleza tecnológica.
Más ataques y de mayor duración
Radware precisó que, durante el 2024, también creció el tiempo de duración de estos ataques, que aumentó en un 37 por ciento.
A nivel geográfico, el país más agredido fue Ucrania, golpeado con nada menos que 2.052 ataques reivindicados, seguido de Israel con 1.550.
El nuevo reporte de Radware señaló que los sectores más agredidos fueron las instituciones gubernamentales (blanco del 20 por ciento de la acciones hacktivistas), los servicios empresariales y las finanzas (ambos con un nueve por ciento) y el transporte (7 por ciento).
En cuanto a los hackers detrás de los ataques, el reporte identificó en primer lugar al grupo pro-ruso NoName057(16), que se arrogó 4.767 ataques del tipo DDoS, seguido por RipperSec (1.388), Executor DDoS (1.002) y el Cyber Army of Russia Reborn (716).
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«Múltiples catalizadores impulsaron la revolución» de ataques del 2024, incluyendo «conflictos geopolíticos», superficies de objetivos más grandes y complejos y riesgos «más sofisticados y persistentes», dijo Pascal Geenens, director de Inteligencia de Amenazas de Radware.
«Si a eso le añadimos el impacto de la inteligencia artificial, que está reduciendo las barreras de entrada, multiplicando el número de adversarios y permitiendo que incluso los actores novatos lancen con éxito campañas maliciosas, lo que tenemos es un panorama de amenazas que parece muy desalentador», añadió Geenens.