El profesor israelí Yanay Ofran, fundador y CEO de la empresa Biolojic Design, está trabajando en el desarrollo de anticuerpos «inteligentes» diseñados por computadora y que, en realidad, funcionan como nano-robots
«Nuestra tecnología es capaz de producir nano-robots inteligentes» que pueden «medir» las situaciones al interior del cuerpo humano «y reaccionar ante ellas», afirmó Ofran.
En una extensa entrevista con el periódico económico israelí Globes, el científico adelantó incluso que «en dos o tres meses vamos a inyectar en un ser humano el primer anticuerpo diseñado por computadora de la historia».
Para explicar el sistema detrás de su tecnología, Ofran recordó que las farmacéuticas vienen produciendo en las últimas décadas «anticuerpos que se usan como drogas».
«Pero los anticuerpos que la medicina usa como drogas hacen una milésima parte de lo que son capaces de hacer los anticuerpos del sistema inmunológico humano» remarcó.
Si bien reconoció que estas drogas vienen salvando millones de vidas, el profesor israelí señaló que «los fármacos con anticuerpos son capaces de adaptarse a la estructura, pero solo interfieren con la proteína que queremos neutralizar, no pueden hacer nada más complejo».
Frente a esto, desde Biolojic están poniendo a punto esta tecnología que buscará emular a través de la inteligencia artificial a las proteínas, que al fin y al cabo son «maravillosos nano-robots», afirmó.
«Nosotros queremos utilizar nuestra capacidad para producir y diseñar proteínas, para crear anticuerpos que hagan más que simplemente lanzar una piedra a la proteína que causa la enfermedad», enfatizó.
Detrás de este procedimiento se encuentra un complejo proceso de generación computarizada de anticuerpos en laboratorio, capaces de unirse a epítopos predefinidos, lo que permite el diseño de funciones específicas cuando entran al cuerpo humano.
Los epítopos son la porción de las macromoléculas que son «reconocidas» por el sistema inmunitario, y adonde se unen los anticuerpos para comenzar a generar uno de los procesos más maravillosos de la biología, cuando los cuerpos enfrentan enfermedades.
El reporte de Globes indicó por ejemplo que, en el caso de la diabetes, un «anticuerpo inteligente» puede «controlar la secreción de insulina que maneja la descomposición de la glucosa en el torrente sanguíneo».
Se encendería «cuando los niveles de azúcar son altos» y dejaría de funcionar «cuando están bajos, como un interruptor de encendido y apagado«, resumió.