El proceso empezó cuando un equipo de científicos israelíes creó «alcohol antiguo» a partir de la levadura rescatada de las jarras
Luego pudieron brindar con la cerveza que recrearon después de «limpiar» y secuenciar el genoma de la levadura arqueológica.
En la antigüedad, la cerveza era un ingrediente importante en la dieta diaria de las personas en el Medio Oriente, recordaron los investigadores.
A la bebida se le atribuían grandes poderes en los terrenos de la salud y de la religión, añadieron los científicos israelíes al anunciar los resultados del experimento.
Según se informó, la investigación fue encabezada por los doctores Ronen Hazan y Michael Klutstein, microbiologistas de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Los expertos comenzaron por examinar las colonias de levadura que se formaron y se enquistaron en los nano-poros de las vasijas utilizadas para acopiar cerveza en tiempos antiguos.
Después, expertos en bebidas alcohólicas fueron invitados al laboratorio para ayudar a aislar los especímenes de levadura de los restos de vasijas, con el objetivo de contar con la «materia prima» para elaborar la cerveza estilo milenario.
En especial, los científicos se acercaron a los expertos de la bodega Kadma, que todavía produce vino en vasijas de barro.
Junto a ellos pudieron corroborar que la levadura se puede remover de la superficie de las vasijas, incluso si estuvo «durmiendo» allí durante siglos.
Tras el examen inicial, el equipo se acercó a los arqueólogos Yitzhak Paz, de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAI), Aren Maeir de la Universidad de Bar Ilan y a los profesores Yuval Gadot y Oded Lipschits de la Universidad de Tel Aviv.
Estos arqueólogos trabajaron con trozos de cerámica que habían sido utilizados como jarras de cerveza y aguamiel (vino de miel) en la antigüedad, y milagrosamente, todavía tenían especímenes de levadura atrapados en el interior.
Las jarras, halladas en excavaciones en Ramat Rahel, se remontan al reinado del faraón egipcio Narmer (aproximadamente 3000 aC), del rey arameo Hazael (800 aC) y del profeta Nehemías (400 aC), quienes, según la Biblia, gobernaron Judea bajo el gobierno persa.
Los investigadores «limpiaron» y secuenciaron el genoma completo de cada espécimen de levadura y se los entregaron al doctor Amir Szitenberg en el Centro de Ciencias del Mar Muerto-Arava para su análisis.
Szitenberg descubrió que estos cultivos de levadura de 5.000 años son similares a los utilizados en las cervezas tradicionales africanas, como el «tej» etíope, y a la levadura de cerveza moderna.
Finalmente llegó el momento de «recrear» la cerveza antigua. El experto local en cerveza Itai Gutman ayudó a los científicos a hacer la cerveza y la bebida fue probada por los investigadores y por catadores certificados del Programa de Certificación Internacional de Cerveza (BJCP), bajo la dirección del cervecero Shmuel Nakai.
«Los degustadores le dieron a la cerveza un pulgar hacia arriba, considerándola de alta calidad y segura para el consumo«, aseguraron los investigadores.
«La mayor maravilla aquí es que las colonias de levadura sobrevivieron dentro de las vasijas durante miles de años, solo esperando a ser excavadas y cultivadas» otra vez en tiempos modernos, dijo el profesor Hazan.
La levadura antigua, continuó, «nos permitió crear una cerveza que nos permite saber cómo sabían las cervezas egipcias y filisteas antiguas«.
«Esta investigación es extremadamente importante para el campo de la arqueología experimental, un campo que busca reconstruir el pasado», añadió Hazan.
Además, completó, «ofrece nuevas herramientas para examinar métodos antiguos, y nos permite probar los sabores del pasado«.
«Estamos hablando de un verdadero avance aquí, esta es la primera vez que logramos producir alcohol antiguo a partir de levadura antigua», dijo por su lado el doctor Paz, de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
En otras palabras, se pudo crear algo a partir de las sustancias originales que se usaban en la antigüedad, «algo que nunca se ha hecho antes», resumió.