El Technion, la universidad tecnológica de Haifa, en el norte de Israel, inauguró un laboratorio como el del «mundo real» de los semiconductores, los elementos clave en nuestros teléfonos celulares y computadoras, con el apoyo del gigante informático Intel.
«La industria de la microelectrónica es esencialmente una industria química», recordó el profesor Yaron Paz, quien puso a punto el laboratorio. Se trata, precisó, de «una industria que combina diversas reacciones químicas y flujo, todo bajo condiciones controladas».
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Teniendo en cuenta la importancia crucial de los semiconductores -los componentes electrónicos que aprovechan las cualidades de elementos como el silicio para hacer funcionar una infinidad de dispositivos- «no es de extrañar que alrededor del 15 por ciento de los egresados del Technion se integre a esta industria», dijo Paz.
De allí el valor de este nuevo laboratorio, donde los estudiantes experimentarán procesos de fabricación similares a los utilizados en el «mundo real» de la industria, como deposición de capas atómicas, oxidación de silicio, crecimiento de capas metálicas o fotolitografía.
Paz señaló que las limitaciones presupuestarias obligaron a los directivos del Technion a «ser creativos y a diseñar y construir nosotros mismos algunas de las estaciones experimentales y adaptar el laboratorio».
En ese sentido, el académico israelí dijo que el laboratorio se construyó con un costo total de menos de 250.000 dólares, «una cantidad mínima en comparación con otros similares» en el mundo universitario, remarcó.
Que los estudiantes puedan también «jugar» en el laboratorio
La idea principal del proyecto, explicó, «es permitir que los estudiantes se familiaricen, comprendan y operen la mayoría de las unidades funcionales existentes en la industria de la microelectrónica».
Y como el laboratorio fue montado en una universidad, donde los alumnos conviven con el aprendizaje pero también con la innovación, «nos aseguramos de que las unidades funcionales que creamos tengan muchos grados de libertad, permitiendo a los estudiantes ‘jugar’ con las distintas variables y verificar teorías».
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Por su parte, la doctora Sigal Ben-Zvi, manager de relaciones Intel-Technion, afirmó que este proyecto es «el punto culminante de la colaboración» entre el gigante de la informática y la universidad israelí.
«Es el primer laboratorio de este tipo en las facultades de ingeniería química de Israel y proporcionará a los estudiantes una experiencia laboral real y un conjunto de herramientas muy relevante para la industria», completó.