Gracias al ritmo con el que «aprende» y se adapta, la inteligencia artificial (IA) «superará en todo» a los seres humanos, advirtió una prestigiosa experta israelí, quien propuso prepararnos para un futuro no muy lejano en el que tendremos que colaborar con robots.
La situación del mercado laboral «está cambiando de manera tan radical que no se trata solo de reemplazar algunos empleos por otros nuevos: se trata de un rompecabezas más amplio», señaló la doctora Gail Gilboa Freedman, especialista en IA y en matemáticas.
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En el espacio del trabajo del futuro, «tanto los robots como los humanos tendrán roles, pero aún no podemos ver el panorama completo», reconoció la experta, que está a cargo de la nueva facultad de Tecnologías Avanzadas de la Academia Sapir, en Sderot.
Entrevistada por el portal Calcalist, Gilboa Freedman destacó que, en estos tiempos de confusión sobre la IA, «nos decimos a nosotros mismos que escribimos mejores canciones o que los chatbots a veces generan tonterías, y nos aferramos a eso».
«Pero la verdadera pregunta no es qué puede o no puede hacer la IA hoy en día, sino el ritmo al que está aprendiendo y mejorando -continuó-. Si imagináramos a un humano aprendiendo a la misma velocidad, nos resultaría aterrador».
Los empleos del futuro: todavía un misterio
Consciente de que todo el mundo se pregunta cuáles serán los oficios con futuro para los humanos en un mundo de robots y de inteligencia artificial, la experta enfatizó que el panorama no está todavía claro y que, en todo caso, es necesario reforzar y actualizar los sistemas educativos.
«Hoy en día, la vida útil de las habilidades tecnológicas es de apenas un año y medio», aseguró la matemática israelí.
En ese sentido, «incluso si tuviera una fórmula mágica para determinar las habilidades exactas que necesitan mis alumnos» para sobrevivir profesionalmente en el futuro cercano, «aún así (el programa de estudios) quedaría obsoleto en dieciocho meses».
Por eso, subrayó, las universidades «deben adaptarse», de la misma manera que lo hacen los sistemas de inteligencia artificial: «deben aprender y evolucionar continuamente».
Según Gilboa Freedman, «el enfoque debe alejarse del aprendizaje tradicional en el aula y dirigirse hacia la interacción directa con la industria».
«Sentarse en una sala y resolver ejercicios en una pizarra es cada vez más irrelevante», aseveró. En cambio, «quiero que los estudiantes experimenten los beneficios de la universidad mientras adquieren habilidades prácticas directamente de profesionales de la industria».
Palabra clave, «curiosidad»
Cuando se le pidió que profundizara su visión para los estudiantes, Gilboa Freedman arrancó con una sola palabra: «curiosidad». Es que, prosiguió, «la habilidad más buscada en la industria es la capacidad de adaptarse y aprovechar nuevas herramientas».
«En un mundo donde los humanos y las máquinas trabajan juntos, donde las computadoras se enseñan a sí mismas, las universidades deberían ser lugares donde tanto las computadoras como los estudiantes aprendan», apuntó la especialista.
«Necesitamos -remarcó- prepararnos para un futuro donde los robots y las personas colaboren en equipos, y debemos imaginar activamente cómo será eso».
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Las computadoras, dijo, «no solo se están volviendo tan inteligentes como los humanos, sino que están evolucionando más allá de nosotros». Y describió: «si la IA primero apuntó a ser tan inteligente como un ratón, luego un mono, luego un humano y ahora un Einstein, ¿qué sucederá cuando supere incluso eso? ¿De qué será capaz?».
«Todavía no sabemos cómo imaginar sus límites», admitió. Y «el desafío no es solo usar la IA para mejorar nuestro trabajo, sino comprender qué sucede cuando la IA hace cosas que nunca pensamos que fueran posibles», completó la matemática israelí.