Una nueva investigación del Technion, una de las principales universidades de Israel, confirmó que detenerse a observar la naturaleza, incluso durante una caminata de rutina, nos ayuda a aliviar el estrés y reducir la ansiedad.
Los investigadores usaron tecnología de seguimiento ocular para examinar los beneficios de las interacciones diarias con la naturaleza. Como parte del estudio, se pidió a estudiantes del Technion que dieran un paseo por el campus, simulando una caminata hacia o desde el trabajo o las aulas.
Para el estudio, dirigido por la doctora Whitney Fleming y el equipo del profesor Assaf Shwartz, los estudiantes se dividieron en tres grupos. Al primero se le pidió que observara la naturaleza durante la caminata y se detuviera diez veces en puntos «verdes» con elementos naturales.
Al segundo grupo también se le pidió que se detuviera diez veces, pero en puntos «grises» con elementos artificiales como edificios, carreteras y automóviles. El tercero combinó ambos, observando elementos tanto naturales como artificiales.
Quienes dirigieron su mirada con mayor frecuencia a los elementos verdes informaron de una disminución del estrés y la ansiedad después de la caminata, en comparación con las mediciones tomadas antes del paseo. Esa tendencia no se registró en los otros dos grupos.
La influencia de los árboles
Los investigadores rastrearon los movimientos oculares de los participantes y encontraron una correlación entre la duración de la visualización de elementos naturales como árboles, arbustos y césped, y mejoras en los indicadores de salud mental.
El impacto más beneficioso -apuntaron los resultados del estudio, que fueron publicados en la revista de la British Ecological Society- se registró cuando los participantes contemplaban árboles.

«Estamos en un período muy estresante con desafíos mentales complejos, y la naturaleza puede desempeñar un papel central en nuestra capacidad para afrontarlos», comentó el profesor Shwartz.
Usando tecnología de seguimiento ocular de vanguardia, el estudio mostró que «simplemente ser consciente de la naturaleza» durante una caminata hacia el trabajo o los estudios «puede ser beneficioso para la salud mental y ayudar a aliviar el estrés«, agregó el académico.
Miradas fugaces
Desde el Technion recordaron que estudios anteriores demostraron que la interacción con la naturaleza tiene beneficios para la salud mental y la calidad de vida.
Pero este nuevo experimento confirmó, por primera vez, que incluso unas pocas miradas fugaces a la naturaleza durante las rutinas diarias pueden producir estos beneficios y aliviar el estrés.
«Nuestra investigación -enfatizó Shwartz- muestra lo importante que es incorporar elementos naturales en la planificación urbana».
«Sin embargo -alertó-, esta integración no es suficiente: los arquitectos y paisajistas también deberían pensar en medios innovadores para mejorar la experiencia de esta naturaleza y garantizar que los residentes realmente noten estos elementos».