La firma Oramed Pharmaceuticals llevará a cabo en Israel pruebas clínicas con una vacuna oral para el COVID-19, con la que esperan poder facilitar las campañas de inmunización contra el virus, en especial en los países en vías de desarrollo
El protocolo del estudio para la vacuna Oravax ya fue autorizado por la junta de revisión del Hospital Ihilov, en Tel Aviv, y ahora está pendiente de aprobación por parte del Ministerio de Salud de Israel, informó Oramed en un comunicado.
«Nuestra vacuna es un candidato particularmente fuerte contra el COVID-19 en evolución, ya que apunta contra tres proteínas en lugar de una«, afirmó el CEO de Oramed, Nadav Kidron.
Se trata de una vacuna de partículas similares a virus (VLP, por su sigla en inglés) que se dirige a tres proteínas de superficie del virus CoV-2 del SARS, incluidas proteínas menos susceptibles a la mutación, lo que hace que la vacuna sea potencialmente efectiva contra variantes actuales y futuras.
Kidron apuntó que, «dado que Delta y otras variantes representan un desafío para los administradores de salud a nivel mundial, la tecnología VLP de Oravax podría resultar aún más importante en el esfuerzo por combatir el COVID».
Los voceros de Oramed, que tiene su base en Jerusalén, precisaron que la Oravax se está desarrollando para su uso como vacuna independiente y como «refuerzo para personas que han sido vacunadas previamente» contra el coronavirus.
«Si tiene éxito -señaló el comunicado-, una vacuna oral ofrecería enormes beneficios logísticos, financieros y ambientales» para miles de millones de personas que están esperando recibirla, «particularmente en partes del mundo donde el acceso a la atención médica es limitado».