Investigadores del Instituto Tecnológico de Israel, el Technion, desarrollaron sustancias que -a diferencia del blanqueador doméstico y productos similares utilizados para desinfectar superficies- apuntan contra el mecanismo de infección por virus y permanecen activas durante más tiempo
Los científicos que diseñaron los desinfectantes «inteligentes» pertenecen a la Facultad de Ingeniería Química Wolfson, del Technion, y esperan que estos productos reemplacen al blanqueador doméstico y otros productos a base de cloro, como la lejía o lavandina, cuyos poderes desinfectantes disminuyen rápidamente.
El profesor Shady Farah, jefe del grupo de investigación, recibió una subvención para proyectos de respuesta rápida frente al coronavirus de parte del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, para acelerar el proceso de desarrollo y lanzamiento al mercado.
Se trata de la primera vez que un científico de Technion recibe en solitario una de las prestigiosas becas de la organización europea, destacaron voceros de la universidad israelí, que tiene su sede en la norteña ciudad de Haifa.
En estos momentos, dijo Farah, «estamos produciendo sustancias potenciales y probándolas, y planeamos seleccionar aquella óptima y comenzar su producción en masa en los próximos meses«.
El trabajo habitual del equipo es el desarrollo de polímeros innovadores para uso médico y tecnologías inteligentes de suministro de medicamentos.
Cuando estalló la epidemia de coronavirus, el grupo de investigación se dedicó de inmediato a desarrollar polímeros antivirales especiales que actúan sobre el virus de dos maneras.
Por un lado, alterando y dañando su estructura para que se vea afectada su capacidad de infección. Por el otro, atacando y destruyendo el «envoltorio» del virus, explicaron.
«No menos importante -añadieron-, la sustancia desinfectante se libera de forma controlada y continua, para que el efecto de la nueva tecnología sea duradero«.
Farah afirmó que los materiales que están desarrollando resultarán en un «cambio de las reglas del juego, porque bloquearán el ciclo de infección de las superficies contaminadas«, una cuestión de suma importancia en casos de virus peligrosos como el COVID-19.
Las infecciones causadas por tocar superficies son «un problema grave, especialmente en lugares públicos como hospitales, fábricas, escuelas, centros comerciales y transporte público», indicó Farah.
Aunque el desarrollo de estas sustancias «se aceleró debido a la actual crisis del coronavirus, en el futuro también serán efectivas contra otros microorganismos», completó el académico israelí.