Investigadores de la Universidad Bar-Ilan, de Israel, crearon unos diamantes microscópicos, o nanodiamantes, capaces de administrar remedios medicinales y cosméticos a través de la piel y, en el futuro, también evitar la necesidad de dolorosas biopsias
La piel, recordaron desde la universidad israelí, que tiene su base en Ramat Gan, en la periferia de Tel Aviv, es uno de los órganos más grandes y accesibles del cuerpo humano, pero penetrar sus capas profundas para tratamientos médicos y cosméticos aún elude a la ciencia.
Si bien existen algunos remedios, como los parches de nicotina para dejar de fumar, que se administran a través de la piel, este método de tratamiento es raro ya que las partículas que penetran no deben ser mayores de 100 nanómetros (una milésima de centímetro).
Crear herramientas eficaces utilizando partículas tan diminutas, apuntaron los científicos israelíes, es un gran desafío.
En particular, como las partículas son tan pequeñas y difíciles de ver, es igualmente desafiante determinar su ubicación exacta dentro del cuerpo, información necesaria para garantizar que lleguen al tejido deseado.
Hoy en día, dicha información se obtiene a través de biopsias invasivas, a menudo dolorosas, destacaron.
Los diamantes son lo suficientemente pequeños como para penetrar en el tejido, e incluso en las células, sin causar daño
Combinando técnicas en nanotecnología y óptica, los investigadores de la Bar-Ilan produjeron diminutas partículas de diamante (nanométricas) tan pequeñas que son capaces de penetrar la piel para administrar remedios medicinales y cosméticos.
Además, crearon un método óptico seguro basado en láser que cuantifica la penetración de los diamantes microscópicos en las diversas capas de la piel y determina su ubicación y concentración dentro del tejido corporal de una manera no invasiva, eliminando la necesidad de una biopsia.
Los nanodiamantes, de un tamaño de una millonésima de milímetro, se producen al detonar explosivos dentro de una cámara cerrada. En estas condiciones, la alta temperatura y la presión hacen que los átomos de carbono que se encuentran en los explosivos se fusionen.
Según explicaron los expertos de Israel, los diamantes microscópicos creados en el proceso son lo suficientemente pequeños como para penetrar en el tejido humano, e incluso en las células, sin causar daño.
«Este es un avance significativo en dermatología y en ingeniería óptica», afirmó el profesor Dror Fixler, director del Instituto de Nanotecnología y Materiales Avanzados de la Universidad Bar-Ilan y miembro del equipo de investigación.
Esta tecnología, completó, «podría abrir la puerta al desarrollo de fármacos que se apliquen a través de la piel junto con preparaciones cosméticas modernas que utilizan nanotecnología avanzada».