Un estudio de la Universidad de Tel Aviv reveló que la costa israelí está contaminada con más de dos millones de toneladas de microplásticos, uno de los enemigos más peligrosos del medio ambiente
Según el reporte, estos minúsculas y dañinas piezas de plástico amenazan en particular a las playas de Tel Aviv y las de Hadera, cerca de Haifa y también sobre el Mediterráneo.
Las fuentes de este tipo de contaminación, recordaron los investigadores, incluyen envases de alimentos, productos plásticos de un solo uso y redes de pesca, entre otros.
A la luz de los alarmantes hallazgos, los expertos advirtieron que, en estas condiciones, es «inevitable» la exposición a los desechos microplásticos, que son peligrosos para el medio ambiente y la salud humana.
En su reporte, la Universidad de Tel Aviv señaló que los investigadores trabajaron durante todo el 2021, recolectando muestras en seis áreas a lo largo de la costa: Ashkelon, Rishon LeZion, Tel Aviv, Hadera, Dor Beach y Haifa.
Luego, las muestras se llevaron al laboratorio, donde se realizaron varios exámenes, incluidos el conteo de partículas, mediciones de masa, análisis de imágenes y químico para identificar el polímero del que estaba compuesto el plástico y elementos adsorbidos en las partículas.
Así fue que los investigadores descubrieron, entre otras cosas, que las muestras incluían plástico procedente de envases de alimentos, productos de plástico de un solo uso y redes de pesca.
Los resultados de la investigación mostraron que las playas más contaminadas fueron las de Tel Aviv y Hadera, que se encuentran cerca de estuarios de arroyos (Yarkon en la primera y Nahal Alexander en la segunda).
Hadera y Tel Aviv exhibieron un nivel de contaminación cuatro veces mayor que el de Rishon Lezion y Dor Beach, que fueron las dos playas con la menor concentración de microplásticos. Aún así, incluso en la reserva natural de Dor Beach, que se limpia con frecuencia, se encontró una cantidad considerable de partículas microplásticas.
Los investigadores reclamaron «medidas regulatorias» del estado para controlar este problema
«Nuestra estudio revela que la costa israelí probablemente contiene más de dos toneladas de desechos microplásticos», alertó el estudiante de doctorado Andrey Rubin, quien encabezó el trabajo junto a la estudiante de maestría Limor Omeysi.
Las condiciones ambientales «descomponen lentamente» los plásticos en partículas aún más pequeñas, continuó Rubin, quien apuntó que «cuanto más pequeñas son» esas partículas, más difícil es eliminarlas» de la naturaleza y «más peligrosas son para el medio ambiente y para nuestra salud».
«Los peces se tragan las partículas microplásticas que flotan en el mar» y los restos de aquellos plásticos «finalmente llegan a los humanos», describió.
Por su parte, la doctora Ines Zucker, jefa del laboratorio donde se realizaron los análisis, dijo que estos estudios «revelan el estado actual de la contaminación por microplásticos a lo largo de la costa mediterránea de Israel y brindan conocimiento sobre los efectos» de su presencia en el medio ambiente.
«Todavía falta más investigación» en este terreno en Israel, señaló Zucker. «Debemos monitorear las partículas más pequeñas» y muestras adicionales «como agua de mar y arroyos, para comprender mejor los patrones» de la presencia de microplásticos, agregó.
Sin embargo, la científica admitió que, «de una forma u otra, parecería que la exposición a los residuos microplásticos es inevitable».
Por ello, y «desde una perspectiva práctica, se requieren medidas regulatorias para reducir la contribución de Israel a la contaminación por microplásticos en el Mediterráneo», concluyó Zucker.
Ya en el 2020 un estudio sobre microplásticos, realizado en aquella oportunidad por científicos del Instituto Weizmann, había señalado que los minúsculos fragmentos contaminantes pueden llegar incluso a «kilómetros adentro» de las aguas del mar.