Investigadores israelíes y estadounidenses identificaron una vértebra humana de 1,5 millones de años descubierta en el valle del Jordán, una prueba de que la antigua migración de nuestros antepasados desde África a Eurasia no fue un evento único sino que ocurrió en oleadas
El hueso, explicaron, perteneció a un niño de entre 6 a 12 años y es la evidencia más antigua de la presencia humana en lo que es hoy territorio israelí. Además, es el segundo resto humano más antiguo encontrado fuera de África, subrayaron.
Según la evidencia fósil y los estudios de ADN, la evolución humana comenzó en África hace unos seis millones de años. Hace aproximadamente dos millones de años, los humanos antiguos -casi, pero aún no en forma moderna- comenzaron a migrar desde África y se extendieron por Eurasia.
El sitio arqueológico de ‘Ubeidiya, en el valle del Jordán cerca del kibutz Beit Zera, «es uno de los lugares donde tenemos evidencia arqueológica de esta dispersión», dijeron los arqueólogos.

Se trata de un sitio prehistórico importante para los estudios arqueológicos y evolutivos porque es uno de los pocos lugares que contiene restos preservados del éxodo humano temprano de África.
Es el segundo sitio arqueológico más antiguo fuera de África y fue excavado por varias expediciones dirigidas por los profesores Stekelis, Bar-Yosef y Tchernov entre 1960 y 1999.
La nueva investigación fue dirigida por el doctor Alon Barash, de la Universidad Bar-Ilan, la profesora Ella Been, del Colegio Académico Ono, la profesora Miriam Belmaker, de la Universidad de Tulsa y el doctor Omry Barzilai, de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Los hallazgos de las excavaciones incluyen «una rica y rara colección de huesos de animales extintos y artefactos de piedra», indicaron desde la Universidad Bar-Ilan.
Encontraron fósiles de tigres dientes de sable, mamuts y un búfalo gigante, junto con animales que no se encuentran hoy en Israel, como babuinos, jabalíes, hipopótamos, jirafas y jaguares.

Por otro lado, los artículos de piedra y pedernal fabricados y utilizados por los humanos antiguos muestran semejanzas con los descubiertos en sitios en el este de África.
Mientras revisaba los fósiles del sitio, muchos de los cuales fueron hallados originalmente en 1966, incluyendo este hueso, Belmaker -que es paleoantropóloga- identificó la vértebra humana.
El hueso fue estudiado por Barash y Been quienes confirmaron que se trata de una vértebra lumbar humana, la evidencia fósil más antigua de este tipo de restos descubiertos en Israel.
Barash recordó que existe un gran debate en los ambientes científicos sobre si la migración fue un evento único o ocurrió en varias oleadas. El nuevo hallazgo de ‘Ubeidiya arroja luz sobre esta cuestión, aseguró.
«Debido a la diferencia de tamaño y forma de la vértebra de ‘Ubeidiya y las encontradas en la república de Georgia -apuntó, ahora tenemos evidencia inequívoca de la presencia de dos ondas de dispersión distintas».
El análisis realizado por los investigadores mostró que la vértebra de ‘Ubeidiya pertenecía a un individuo joven de 6 a 12 años, que era alto para su edad.
«Si este niño hubiera llegado a la edad adulta, habría alcanzado una altura de más de 180 centímetros», explicó Been.
«Este humano antiguo es similar en tamaño a otros grandes homínidos que se encuentran en el este de África y es diferente de los homínidos de baja estatura que vivían en Georgia», añadió el paleoantropólogo.
«Parece, entonces, que en el período conocido como Pleistoceno temprano, podemos identificar al menos dos especies de humanos primitivos fuera de África», precisó por su lado Barash.
«Cada ola de migración fue de diferentes tipos de humanos, en apariencia y forma, técnica y tradición de fabricación de herramientas de piedra y nicho ecológico en el que vivían», concluyó el experto de la Bar-Ilan.