Después de siglos de creerse que las bañeras de Herodes el Grande eran importadas de Egipto, investigadores de la Universidad Bar-Ilan y de la Universidad Hebrea de Jerusalén descubrieron que, en realidad, eran Made in Israel
Según recordaron los expertos, desde la Edad del Bronce Medio, Egipto desempeñó un papel crucial en la aparición de artefactos de calcita y alabastro en Israel y en el desarrollo de la industria local de esos productos.
Por otro lado, la ausencia de canteras antiguas de calcita y alabastro en el sur del Levante (los actuales Israel y Territorios Palestinos) llevó a suponer que todas las vasijas de calcita y alabastro halladas en la región venían de Egipto, y que las de yeso de menor calidad eran productos locales.
«Esa suposición de larga data nunca se había probado científicamente», destacó el reporte de los investigadores.
Pero ahora, la reciente identificación de una cantera de calcita y alabastro en la cueva de Te’omim, ubicada en las laderas occidentales de las colinas de Jerusalén (cerca de la actual Beit Shemesh, Israel), «cuestiona esta hipótesis», apuntaron.
En efecto, un nuevo estudio, publicado en la revista Nature Scientific Reports, refuta científicamente la hipótesis y, por primera vez, permite distinguir entre la calcita-alabastro originaria de Israel de la originaria de Egipto.
Además, añadió el informe, el estudio confirmó que objetos como las bañeras de alabastro de Herodes el Grande se fabricaron en Israel y no en Egipto.
Los datos analíticos de la investigación -realizada como parte de la tesis de maestría de Ayala Amir en el Departamento de Arqueología de la Universidad Bar-Ilan- se recopilaron primero a partir de muestras de dos fuentes bien definidas, de Egipto y del Israel actual.
Las fuentes egipcias incluyeron muestras de calcita-alabastro antiguas (recolectadas por la expedición arqueológica austríaca a Giza del siglo XIX y cortesía del Kunsthistorisches Museum de Viena) y modernas, compradas en el 2013 en un mercado de El Cairo.
La investigación mostró «inequívocamente» que el material de las bañeras se extrajo en Israel
Por su parte, el calcita y alabastro de Israel incluyó materia prima de la cantera de Te’omim, desechos de minería encontrados en la cueva cercana y astillas y un bloque de piedra de Umm el-‘Umdan, un sitio arqueológico en los alrededores.
El siguiente paso fue analizar la composición de las muestras con la ayuda de los profesores Gil Goobes y Amnon Albeck, del Departamento de Química de la Bar-Ilan, con métodos que, en su mayoría, no se habían utilizado previamente en este tipo de investigaciones.
Los métodos analíticos aplicados en el estudio «proporcionaron resultados consistentes, distinguiendo claramente la calcita-alabastro israelí de la egipcia por primera vez», afirmó el profesor Albeck.
Esos mismos métodos se aplicaron al estudio de dos de las bañeras reales de Herodes el Grande, que estaban hechas de calcita-alabastro finamente trabajada y fueron encontradas en la fortaleza de Kypros y el palacio de Herodión, ubicado justo al sur de Jerusalén.
La investigación mostró «inequívocamente» que el material de las bañeras se extrajo en Israel y no en Egipto, la principal fuente de calcita-alabastro en la antigüedad, añadieron.
El descubrimiento «sorprende especialmente porque significa que Herodes utilizó productos locales», y que la industria del alabastro de Judea en la segunda mitad del siglo I antes de la era cristiana «estaba lo suficientemente desarrollada para satisfacer los lujosos estándares» del rey, dijo el profesor Aren Maier, uno de los supervisores del estudio.
No es un detalle menor, remarcó el académico, si se tiene en cuenta que Herodes es considerado «uno de los mejores constructores» entre los monarcas de ese período.