Científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén descubrieron una nueva especie de abejas silvestres, originaria del Sharon, la llanura costera de Israel
Los investigadores estaban estudiando la preservación y restauración de la zona, que en las últimas décadas había visto una fuerte campaña de plantación de eucaliptos que impactó fuertemente en el equilibrio ecológico local.
Una de las razones que llevó a ese trabajo de los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén en el Sharon fue precisamente la disminución de las poblaciones de abejas silvestres, insectos clave en el proceso de polinización de sistemas agrícolas y naturales.
En respuesta a la disminución, los biólogos colocaron la preservación y restauración del hábitat como una de las herramientas principales para proteger a los polinizadores y la biodiversidad en su conjunto.
Y, en el proceso de estudios en curso sobre cómo conservar dichos hábitats de la región costera, los investigadores se sorprendieron al descubrir una especie de abeja salvaje previamente desconocida.
Usando una variedad de métodos clásicos para estudiar insectos y plantas, el equipo encontró razones para el optimismo en el cambio gradual que siguió a las acciones de restauración de las consecuencias de la plantación masiva de eucaliptos, dijeron desde la universidad israelí.
«Observamos cambios en las comunidades de abejas y en la disponibilidad de sus alimentos y recursos de anidación en los hábitats restaurados», señaló el estudiante de doctorado Karmit Levy, uno de los miembros del equipo de investigación.
«En general -continuó-, podemos ver que los esfuerzos de restauración tienen efectos positivos en las comunidades de abejas».
Junto a esos resultados alentadores, los expertos hicieron otro descubrimiento emocionante; una nueva especie de abeja que nunca antes se había registrado y que se cree que es exclusiva de las dunas de arena que se encuentran en las llanuras costeras de Israel.
El nombre elegido para la especie fue «Lasioglossum dorchini» en homenaje al doctor Achik Dorchin, un gran experto israelí en abejas, del Museo Steinhardt de Historia Natural, de la Universidad de Tel Aviv.
«Más allá de la emoción profesional de descubrir una nueva especie que antes era desconocida para la ciencia, este hallazgo tiene un valor aplicativo más amplio para ayudarnos a comprender mejor las comunidades de abejas, sus requisitos de hábitat y los servicios de polinización que pueden proporcionar», resumió la profesora Yael Mandelik, de la Facultad de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Universidad Hebrea.