Una investigación de científicos de la Universidad de Tel Aviv mostró que las señales de radio se pueden usar para determinar la composición del Universo y el peso de las partículas de neutrinos y, posiblemente, ayudar a obtener más información sobre el misterio de la materia oscura.
Los investigadores, encabezados por el profesor Rennan Barkana, señalaron que las épocas oscuras del cosmos (el período justo antes de la formación de las primeras estrellas) se pueden estudiar detectando las ondas de radio que se emitían desde el gas de hidrógeno que llenaba el Universo en ese momento.
Esas ondas específicas del Universo primitivo son bloqueadas por la atmósfera terrestre y solamente pueden estudiarse desde el espacio, en particular desde la Luna, que ofrece un entorno estable, libre de las interferencias de la parte gaseosa de nuestro planeta.
Por supuesto, poner un telescopio en la Luna no es una cuestión sencilla, pero somos testigos de una carrera espacial internacional en la que muchos países intentan regresar a nuestro satélite natural con sondas espaciales y, eventualmente, astronautas.
Buscando lugar para telescopios en la Luna
Las agencias espaciales de Estados Unidos, Europa, China e India están buscando objetivos científicos posibles para el desarrollo lunar, y la nueva investigación destaca las perspectivas de detectar ondas de radio de las épocas oscuras cósmicas, recordaron desde la universidad israelí.
«El nuevo telescopio espacial James Webb de la NASA descubrió recientemente galaxias distantes cuya luz recibimos del amanecer cósmico, unos 300 millones de años después del Big Bang», recordó el profesor Barkana.
La nueva investigación, destacó, «estudia una era aún anterior y más misteriosa: la Edad Oscura cósmica, sólo 50 millones de años después del Big Bang», cuando «las condiciones de ese Universo primitivo eran bastante diferentes a las actuales».
Según se explicó desde Tel Aviv, el nuevo estudio combina el conocimiento actual de la historia cósmica con varias opciones de observaciones de radio para revelar lo que se puede descubrir.
Específicamente, dijo Barkana, «calculamos la intensidad de las ondas de radio determinada por la densidad y la temperatura del gas hidrógeno en varios momentos, y luego mostramos cómo se pueden analizar las señales para extraer de ellas los resultados deseados».
Antenas lunares
Los investigadores estimaron que los hallazgos pueden ser muy significativos para la comprensión científica de nuestra historia cósmica.
Una sola antena lunar, pronostican, podría probar el modelo estándar de cosmología para ver si puede explicar las edades oscuras cósmicas o si por el contrario hubo , por ejemplo, una perturbación inesperada en la expansión del Universo que apuntaría hacia un nuevo descubrimiento.
Con un conjunto aún mayor de antenas lunares, se entusiasmaron los astrónomos israelíes, también será posible medir el peso de los neutrinos cósmicos.
Se trata de partículas diminutas que se emiten en diversas reacciones nucleares. Su peso es un parámetro desconocido y crítico en el desarrollo de la física más allá del modelo estándar establecido a nivel de partículas.
«Cuando los científicos abren una nueva ventana de observación -remarcó Barkana-, normalmente se obtienen descubrimientos sorprendentes».
En un futuro, con estas eventuales observaciones lunares, «tal vez sea posible descubrir varias propiedades de la materia oscura, la misteriosa sustancia que sabemos que constituye la mayor parte de la materia del Universo», pero de la que no sabemos mucho, reconoció.