El agua que se extrae del aire a través de una máquina diseñada en Israel es cien por ciento potable y cumple con todos los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mostró un estudio de la Universidad de Tel Aviv
A través de un experimento único en su tipo en el mundo, los investigadores vieron que el agua generada a partir del aire, incluso en el corazón de un área urbana en Tel Aviv, cumplía con todos los estrictos estándares de agua potable establecidos tanto por el estado de Israel como por la OMS.
Utilizando una máquina de la reconocida empresa israelí Watergen, los expertos examinaron la calidad de los resultados producidos a partir del vapor de agua en la atmósfera urbana, que se caracteriza por las industrias y la construcción masiva, y encontraron que era apta para beber.
Según se informó desde la universidad, durante las pruebas no se instaló ningún sistema de filtración o tratamiento en el dispositivo utilizado en el estudio: «el agua que se produjo fue el agua que se obtuvo del aire», afirmaron.
Después de llevar a cabo una amplia gama de análisis químicos avanzados del agua, los expertos hallaron que, en la gran mayoría de los casos, incluso durante diferentes estaciones y en diferentes momentos del día, el agua extraída del aire en el corazón de Tel Aviv era segura.
Entre otras cosas, los expertos descubrieron que la dirección del viento afectaba la calidad del agua
El experimento produjo otros interesantes resultados, como los datos que indicaron que la calidad del agua variaba según las distintas estaciones del año o la hora del día.
Así fue que se estableció que «la dirección del viento afecta en gran medida la calidad del agua», explicó el experto Offir Inbar, quien encabezó el estudio bajo la supervisión del profesor Dror Avisar.
Por ejemplo, «cuando el viento venía del desierto encontramos más calcio y azufre» en el agua, precisó Inbar.
En cambio, cuando el viento llegaba desde el mar, «encontramos mayores concentraciones de cloro y sodio» en el agua extraída del aire, agregó.
El reporte subrayó que los sistemas que producen agua potable a partir del aire pueden aportar una importante solución para la escasez global del vital líquido.
La atmósfera terrestre contiene miles de millones de toneladas de agua
«La atmósfera de la Tierra -señaló la universidad en un comunicado- es una fuente amplia y renovable que puede ser un recurso alternativo de agua potable».
En ese sentido, recordó que la atmósfera contiene «miles de millones de toneladas de agua», el 98 por ciento de las cuales se encuentra en estado gaseoso, en forma de vapor.
Una parte importante del agua que se bebe en Israel es producida a través de un proceso de desalinización marina. Pero, según Inbar, esta es solamente una solución parcial, «y no una que pueda proporcionar agua potable a la gran mayoría de la población mundial».
«Agua del aire se puede producir en cualquier lugar, sin necesidad de una costosa infraestructura de transporte e independientemente de la cantidad de precipitación», indicó el experto israelí.
Con el avance de este tipo de máquinas, la principal «preocupación era que el agua producida a partir del aire en el corazón de una zona urbana no sería apta para beber, y demostramos que no es así», concluyó Inbar.