Los vehículos del futuro girarán más alrededor de cuestiones como las conexiones Bluetooth y cómo integrar el teléfono celular a las funciones de manejo y ubicación que de «viejos» asuntos como la potencia del motor o la marca de las ruedas, por eso las compañías automotrices están muy preocupadas por reforzar la seguridad de sus productos
Y allí entran los grandes expertos globales: como no podía ser de otra manera, veteranos de los servicios de seguridad israelíes están en gran demanda por parte de las firmas fabricantes de automóviles y de dispositivos de ciberseguridad para vehículos.
En una entrevista con el diario económico Globes, un ex alto funcionario del Shin Bet, los servicios secretos internos israelíes, contó cómo trabaja la empresa que fundó en el 2016 con una de las grandes multinacionales automotrices, la alemana Volkswagen.
«Cuando un auto sale a las carreteras, su vida útil no es de apenas tres años, como la de un teléfono celular, sino de veinte años«, comenzó explicando el ex Shin Bet, Tamir Bechor, uno de los fundadores de la empresa de ciberseguridad Cymotive.
En la entrevista con Globes, Bechor añadió: «el automóvil cambia, y puede quedar desprotegido en cualquier momento«, en especial porque los vehículos modernos y los del futuro cercano «tienen mucho software» incorporado, ya no se trata simplemente de un motor, una carrocería y ruedas.
Bechor destacó el caso de los automóviles fabricados por Tesla, cuyos motores pueden ser «personalizados» online por los compradores con el agregado, por ejemplo, de más potencia en el motor.
«Uno puede entrar al website y encargar más caballos de fuerza, y entonces la empresa lo agrega al motor, de la misma manera que se hace un upgrade a un motor», señaló el ex espía.
«Un potencial agresor -advirtió- puede colocar un virus en el software capaz de desconectar los frenos, y por ello es necesario monitorear los automóviles continuamente, en tiempo real».
«Ese puede ser el desafío número uno para las automotrices en el futuro«, señaló.
La firma creada por Bechor, quien ahora también se desempeña como profesor de digitalización y ciberseguridad en la Universidad de Claremont, en California, está en un 60 por ciento en manos de sus fundadores, y el 40 por ciento restante de las acciones pertenecen a Volkwagen.
Cymotive cuenta con unos cien empleados, de los cuales ochenta y cinco trabajan en Israel y el resto en Alemania.
El ex espía reconoció durante la entrevista que adquirió «las capacidades» para trabajar en ciberseguridad mientras se desempeñó como agente del Shin Bet, en especial al desarrollar sus tareas con computadoras y sistemas de información.
Ahora, destacó, «los hackers son más sofisticados y quedan muchas cosas por hacer», en particular en el terreno de la ciberseguridad para automóviles.
«Tenemos que desarrollar junto a toda la industria automotriz los productos de seguridad que instalaremos dentro y fuera de los autos, y que puedan ser capaces de detectar ataques apenas el vehículo salga a las carreteras«, completó el ex espía israelí.