Los arrecifes de coral están sufriendo serios daños en todo el mundo a causa del calentamiento global y la acidificación oceánica, pero hay un lugar donde están en condiciones de sobrevivir y reproducirse exitosamente: el Mar Rojo
Utilizando un simulador marino, investigadores de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Bar-Ilan reprodujeron en un acuario en Eilat las condiciones en que se encontrarían las aguas de la zona en medio de «un severo escenario de cambio climático» y compararon los resultados con lo que ocurre en las condiciones actuales en el Golfo de Aqaba, en el Mar Rojo.
En ese ambiente controlado en el laboratorio, descubrieron que, si bien los corales del Golfo de Aqaba experimentaban el estrés provocado por las temperaturas en alza y la acidificación oceánica también durante la época reproductiva, ellos no solamente fueron capaces de mantener un funcionamiento fisiológico normal sino que los «retoños» sobrevivieron perfectamente y en prácticamente las mismas cantidades.
La universidad advirtió que hasta ahora se realizaron pruebas con solamente una especie y durante un único periodo reproductivo, pero calificó el experimento como «una historia de éxito que muestra que los corales del Golfo de Aqaba pueden persistir» a través de las consecuencias del cambio climático.
«Para nuestra sorpresa, y alegría, no se detectaron diferencias entre el número y calidad de la progenie producida en un escenario de acidificación oceánica y calentamiento global, en comparación con las actuales condiciones ambientales» en la zona, dijo Jessica Bellworthy, la estudiante de doctorado que llevó adelante el estudio.
«Corales en todo el mundo ya están sufriendo mortalidades masivas como resultado de aguas con anormales altas temperaturas«, continuó Bellworthy.
En el Golfo de Aqaba, añadió, «hemos notado una población de corales que soporta estrés térmico mucho más allá de lo que se espera en este siglo».
La investigadora dijo que los estudios israelíes muestran que «esa resistencia térmica no solamente se aplica a las fases adultas» de los corales, «sino también a sus edades tempranas, que son usualmente consideradas más vulnerables» para estas especies.
Para Bellworthy, estos descubrimientos sostienen teorías previas del mismo laboratorio, según las cuales «el Golfo de Aqaba puede ser un refugio para corales» frente a las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático.