Pesará unos 160 kilogramos y será construido durante los próximos cuatro años. Su misión: explorar el universo para tratar de aprender más sobre los agujeros negros y las explosiones cósmicas.
Se trata del satélite de nueva generación que se está desarrollando en el marco de un programa de cooperación entre el Instituto Weizmann y la Agencia Espacial Israelí (AEI).
El programa fue bautizado Ultrasat, el mismo nombre que llevará el satélite cuando sea lanzado, probablemente en el 2023 si todo sale de acuerdo a lo planeado por los expertos israelíes.
Según informó el Instituto Weizmann, el satélite llevará un telescopio diseñado para observar el Universo como no se lo ha visto antes: funcionará en un rango de luz ultravioleta que normalmente es invisible para los seres humanos, con un campo de visión muy amplio.
«Esta configuración única nos ayudará a responder algunas de las grandes preguntas en astrofísica», afirmó el profesor Eli Waxman, del Instituto Weizmann e investigador principal del proyecto Ultrasat.
¿Algunas de esas grandes preguntas? La lista incluye el proceso de formación de estrellas de neutrones densas que se fusionan y emiten ondas gravitacionales, cómo los agujeros negros supermasivos gobiernan sus «vecindarios», cómo explotan las estrellas, de dónde provienen los elementos pesados del Universo, las propiedades de las estrellas que podrían tener planetas habitables y más.
Mientras avanzan las primeras etapas del programa, el Instituto Weizmann y la AEI están trabajando para asegurar el presupuesto de todo el proyecto. En ese marco, informó la universidad, se alcanzó un acuerdo con el Centro Alemán de Investigación DESY, de la Asociación Helmholtz, que prometió su apoyo y cooperación para la iniciativa.
También se está negociando con otras agencias espaciales importantes para que Ultrasat despegue. Se espera que el proyecto cueste unos 70 millones de dólares durante los cuatro años previstos de planificación detallada, construcción y lanzamiento.