Bionaut Labs fue fundada en el 2016 por el israelí Michael Shpigelmacher, un empresario experto en robótica. La compañía pasó rápidamente a trabajar con el centro de investigación alemán Max Planck Society for the Advancement of Science y, finalmente, se trasladó a Los Ángeles
Entrevistado por el periódico israelí The Jerusalem Post, Shpigelmacher que todo comenzó mientras trabajaba en una empresa consultora que tenía entre sus clientes a varias firmas del sector farmacéutico.
A menudo, recordó, esas empresas debían ocuparse de los medicamentos cuyas patentes estaban a punto de caducar «y reformulaban la forma en que podían tomarse, por ejemplo, de oral a transdérmico, con la esperanza de que el proceso mejorara su seguridad y eficacia».
![micro-robots contra cáncer](https://www.israeleconomico.com/wp-content/uploads/2021/12/BIONAUT-2-1024x626.jpg)
«Lo que me parecía muy extraño era que incluso si la afección tratada era muy focal, el tratamiento dependía inevitablemente de la difusión en el torrente sanguíneo«, una aplicación que muchas veces «implica efectos secundarios muy graves», apuntó.
Impulsado por su formación tecnológica, Shpigelmacher tomó una decisión empresarial: «me di cuenta de que deberíamos intentar construir micro-robots para administrar el medicamento solo donde fuera necesario», dijo el empresario israelí.
«Nuestra misión es ayudar a los pacientes que padecen enfermedades cerebrales debilitantes y que carecen de tratamientos efectivos»
Recientemente, la compañía biofarmacéutica Candel Therapeutics, especializada en combatir el cáncer con inmunoterapias virales oncolíticas, anunció que entró en un programa de colaboración con Bionaut.
Según informaron las empresas, Bionaut aplicará su tecnología micro-robótica «bajo la guía de un sistema de control electromagnético integrado, para administrar los virus oncolíticos de Candel directamente a los tumores cerebrales de una manera mínimamente invasiva«.
Este programa, afirmó Shpigelmacher, «permitirá el avance de nuestra tecnología a medida que continuamos con nuestra misión de ayudar a los pacientes que padecen enfermedades cerebrales debilitantes y que carecen de tratamientos efectivos».
Los micro-robots de Bionaut se inyectan en el líquido cefalorraquídeo desde la columna o detrás del cráneo y luego se guían magnéticamente a ubicaciones precisas dentro del cerebro o el sistema nervioso central que, de otro modo, serían difíciles o imposibles de alcanzar.
En la entrevista con el Jerusalem Post, Shpigelmacher señaló que las compañías farmacéuticas gastan «grandes cantidades de dinero» en posibles tratamientos para el Parkinson, el Alzheimer o el cáncer de cerebro.
«Tienen mucho potencial, pero ¿cómo llegan al objetivo? No hay respuesta para eso«, señaló el empresario israelí. Y concluyó: «ahí es donde entramos nosotros».