Investigadores del Technion, la universidad tecnológica en el norte de Israel, lograron identificar el mecanismo que conduce a la acumulación de proteínas implicadas en el desarrollo del Mal de Alzheimer.
La enfermedad lleva el nombre del investigador alemán Alois Alzheimer, quien la describió por primera vez en 1906, y se caracteriza por la degeneración y muerte de las células nerviosas, procesos que conducen a un deterioro progresivo de las capacidades cognitivas.
Ocurre típicamente en adultos mayores de 65 años, pero un pequeño porcentaje de todos los pacientes de Alzheimer son casos hereditarios que afectan a pacientes más jóvenes.
En la actualidad, la enfermedad se divide comúnmente en dos tipos: familiar y esporádica. La familiar es una afección poco común causada por mutaciones genéticas.
Por el contrario, el mecanismo subyacente de la enfermedad de Alzheimer esporádica, más prevalente, no está claro y fue el foco del estudio realizado por el equipo de la doctora Inbal Maniv y el profesor Michael Glickman, expertos en proteínas de la Facultad de Biología del Technion.
Desde la universidad israelí recordaron que, durante el proceso de desarrollo de la enfermedad, proteínas tóxicas se acumulan en el cerebro de los pacientes con Alzheimer.
La clave, en el sistema de eliminación de proteínas
El mecanismo de acumulación en pacientes con el tipo familiar es claro porque existe un vínculo obvio entre las mutaciones conocidas y las proteínas que se acumulan. En cambio, en el Alzheimer esporádico se desconocía el desencadenante de la acumulación de proteínas, apuntaron.
Los científicos del Technion propusieron que la acumulación de las moléculas tóxicas en el cerebro se debe a una alteración en el mecanismo de eliminación de proteínas, también conocido como sistema ubiquitina-proteosoma.
Para probar su hipótesis, el grupo estableció un sistema modelo de neuronas humanas que les permitió examinar la implicación del sistema de ubiquitina en el desarrollo de la enfermedad.
En el artículo publicado en la revista especializada Nature Communications, los investigadores israelíes presentaron sus resultados: el daño al sistema de ubiquitina conduce a la acumulación de proteínas tóxicas incluso en el tejido sano, imitando la patología típica del Alzheimer.
Diseñando moléculas
Para evaluar la importancia de sus hallazgos, los investigadores diseñaron una molécula de ARN que «silencia» específicamente uno de los componentes del sistema de ubiquitina. El tratamiento con esta molécula mejoró la patología en su modelo experimental.
Con estos datos disponibles, el equipo señaló que la molécula de ARN podría servir como prototipo para el desarrollo de tratamientos eficaces. De hecho, en los últimos años se vieron importantes avances en el «empaquetado» y administración de moléculas de ARN bioactivo como terapias.
En ese sentido, los expertos afirmaron que, con las modificaciones y el «empaquetado» adecuados, el ARN de interferencia dirigido al componente que el equipo identificó podría producir resultados prometedores en un entorno clínico.
«Este descubrimiento resalta la importancia del sistema de ubiquitina en la eliminación de proteínas defectuosas para mantener la salud de las células», dijeron voceros del Technion. La alteración de ese sistema, añadieron, podría conducir a un mejor entendimiento del desarrollo de la enfermedad.
Citados en un comunicado de la universidad con sede en Haifa, los expertos dijeron creer que, más allá de los hallazgos presentados en el artículo, la plataforma que desarrollaron podría usarse para detectar medicamentos para el tratamiento y la prevención del Alzheimer esporádico.
Además, portavoces de la universidad de Israel destacaron que la plataforma ayudará a reducir los experimentos con animales en el desarrollo de nuevas terapias contra el Alzheimer.