Científicos de Israel están estudiando una proteína que funciona como «fuente de la juventud», y que extendió en un 30 por ciento la expectativa de vida de ratones de laboratorio
La investigación se está llevando a cabo en el laboratorio del profesor Haim Cohen, director del Centro de Longevidad Humana Saludable de la Universidad de Bar-Ilan.
El equipo del profesor Haim concentra gran parte de su investigación en la proteína SIRT6, que participa en la regulación de muchos procesos biológicos, como el envejecimiento, la obesidad y la resistencia a la insulina.
Precisamente, la evidencia acumulada durante años de investigaciones científicas en todo el mundo sugiere que la dieta y el metabolismo son reguladores clave de una vida sana.
Y, en ese sentido, el estudio mostró que los ratones transgénicos expresan altos niveles del gen SIRT6 y muestran que su esperanza de vida puede incrementarse en un promedio del 30 por ciento tanto en machos como en hembras.
Traducido a «números humanos», eso significa que una persona de 90 años podría vivir hasta casi los 120.
Un hallazgo que podría tener «enormes implicaciones económicas y de salud»
Además, señalaron desde la Bar-Ilan, los ratones mostraron una mejora significativa en la superación de una variedad de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer y los trastornos sanguíneos.
«Más allá de esto, sorprendentemente, pudieron realizar el mismo nivel de actividad vigorosa que los ratones jóvenes y no se volvieron frágiles«, destacó la universidad israelí en un comunicado.
Este descubrimiento, «combinado con nuestros hallazgos anteriores, muestra que la SIRT6 controla la tasa de envejecimiento saludable», afirmó el profesor Cohen.
«Si podemos determinar cómo activarlo en humanos -completó el académico israelí-, podremos prolongar la vida, y esto podría tener enormes implicaciones económicas y de salud«.
Los resultados de la investigación, de la que tomaron parte también el estudiante de doctorado Asael Roichman y los profesores Eyal Gottlieb, del Technion, Rafael de Cabo, del National Institute on Aging de Estados Unidos, y Manuel Serrani, del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, se pueden consultar, en inglés, haciendo click aquí.