Un extensivo estudio de la Facultad de Zoología de la Universidad de Tel Aviv reveló los graves daños de la contaminación lumínica, capaz, por ejemplo, de interrumpir los procesos de reproducción en roedores de laboratorio.
Los hallazgos, señalaron los investigadores, fueron muy preocupantes, teniendo en cuenta que, en dos ocasiones distintas, colonias enteras de ratones espinosos murieron en cuestión de días después de estar expuestas a luz artificial nocturna o ALAN (por la sigla de Artificial Light At Night).
«Nuestros resultados muestran claramente, por primera vez, que la contaminación lumínica puede perjudicar en extremo a estas especies y sugieren que pueden ser perjudiciales para los ecosistemas, la biodiversidad e incluso la salud humana«, afirmaron los científicos.
La profesora Noga Kronfeld-Schor, científica jefe en el Ministerio de Medio Ambiente, dijo que los estudios con dos tipos de los ratones espinosos que viven en el desierto en Israel, el dorado (Acomys russatus) y el común (A. cahirinus), están en marcha «desde hace varios años».

Kronfeld-Schor, quien encabezó la investigación junto a la estudiante del doctorado Hagar Vardi-Naim, también de la Universidad de Tel Aviv, precisó que las dos especies comparten el mismo hábitat natural pero lo utilizan en tiempos diferentes, a fin de evitar la competencia.
Al comparar a estas especies «estrechamente relacionadas que difieren en los tiempos de actividad, obtuvimos nuevos conocimientos sobre el reloj biológico y su importancia para la salud, tanto de los animales como de los humanos», apuntó.
El estudio es «un paso importante hacia la comprensión del impacto de la contaminación lumínica»
El promedio de expectativa de vida de los ratones espinosos es de entre cuatro y cinco años, recordó el informe. «Nuestro plan original -indicó la profesora- era monitorear los efectos del ALAN en esas mismas colonias», midiendo los efectos sobre reproducción, bienestar y longevidad.
«Pero los dramáticos resultados frustraron nuestros planes -reconoció-: en dos ocasiones no relacionadas, en dos recintos diferentes expuestos a la luz blanca, todos los animales murieron en unos días».

Pruebas realizadas durante el experimento revelaron que la exposición al ALAN causó cambios fisiológicos y hormonales muy significativos en el nivel del cortisol, una hormona del estrés que regula el funcionamiento de numerosas vías fisiológicas y del sistema inmunitario.
Las conclusiones del estudio «demuestran que la contaminación lumínica, especialmente la luz blanca y azul fría, incrementa la mortandad y los problemas de reproducción, y de ese modo pueden deteriorar la aptitud y la supervivencia de las especies en la naturaleza», dijo Kronfeld-Schor.
Se trata, completó, de «un paso importante hacia la comprensión del impacto de la contaminación lumínica en la biodiversidad» que «nos ayudará a promover políticas basadas en la ciencia, específicamente, con respecto al uso de la luz artificial tanto en zonas construidas como al aire libre».