Investigadores israelíes descubrieron armas, vigas de madera carbonizadas y docenas de monedas en el lugar adonde se levantaba un fuerte, en la zona de Laquis, en la parte de Judea conocida como Shefelah, confirmando la historia de Janucá.
«La excavación proporciona evidencia tangible de la historia de Janucá», subrayaron los arqueólogos Saar Ganor, Vladik Lifshits y Ahinoam Montagu, quienes estuvieron al frente de la búsqueda para la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
Se trata de «parte de una línea fortificada erigida por los comandantes del ejército helenístico, construida para proteger la gran ciudad de Maresha de la ofensiva asmonea», añadieron.
Los restos encontrados en el lugar, precisaron, «muestran que las defensas seléucidas no tuvieron éxito y el edificio fue quemado por las fuerzas asmoneas», sucesoras de los Macabeos.
La AAI reportó que la fortaleza se construyó con piedras de gran espesor, colocadas de manera inclinada para evitar que se escale la pared.
Los soldados asmoneos que destruyeron el fuerte helenístico habrían estado al mando de Yohanan Hyrcanus
El interior de la fortaleza estaba dividido en siete habitaciones y se conservó a una altura excepcional de aproximadamente dos metros. Además, los arqueólogos hallaron una escalera a un segundo piso, que no se conservó.
Los trabajos de excavación permitieron recuperar «cientos» de elementos que datan de finales del siglo II antes de la era cristiana, indicaron desde la AAI, incluyendo objetos de cerámica, armas de hierro, las vigas quemadas y las monedas.
Según los hallazgos y las monedas, continuó el informe, la destrucción del fuerte se puede atribuir a las fuerzas encabezadas por el líder asmoneo y sacerdote hebreo Yohanan Hyrcanus (Juan Hircano) alrededor del año 112 antes de la era cristiana, apuntaron los arqueólogos.
La rebelión contra el dominio helenístico y la dinastía seléucida se inició después de los decretos antijudíos de Antíoco IV y condujo a la expansión hacia el sur del estado asmoneo, como se describe en los Libros de los Macabeos y los escritos de Josefo.