Investigadores de la Universidad de Tel Aviv y del Instituto de Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel desarrollaron una súper alga con capacidades multiplicadas para aplicaciones en salud y alimenticias.
«En el futuro, la humanidad se enfocará en crear soluciones ambientales basadas en la ciencia», afirmó el estudiante de doctorado Doron Ashkenazi, uno de los líderes de la investigación.
Y eso es «lo que ofrecemos en el estudio actual -añadió-: tecnologías que promuevan el reciclaje y el uso racional de los recursos naturales sin sobreexplotarlos».
Según reportó esta semana la universidad israelí, los investigadores lograron «aumentar significativamente» la capacidad de las algas marinas para producir materiales naturales saludables.
Las concentraciones de filtros solares naturales se triplicaron
El estudio, añadió el informe, se centró en mejorar la producción de compuestos bioactivos que ofrecen beneficios médicos a los humanos, como los antioxidantes, cuya concentración en las algas se duplicó.
Además, las concentraciones de filtros solares naturales se triplicaron y ciertos pigmentos protectores únicos y de gran valor médico fueron multiplicados sustancialmente por diez en esta variedad de alga.
De acuerdo con los científicos de la universidad y el instituto de Israel, estos hallazgos en la super alga pueden servir a las industrias farmacéutica, cosmética, alimentaria y de suplementos nutricionales.
Además de purificar el agua y brindar alimento, hábitat y refugio a numerosas especies de peces e invertebrados, las algas marinas producen una amplia variedad de compuestos bioactivos que son beneficiosos para los humanos.
Las algas marinas desarrollaron un conjunto único de mecanismos de defensa química
Algunas algas, como aquellas con las que trabajan los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, enfrentan condiciones de estrés extremo, que incluyen cambios en la salinidad, temperatura o alta exposición a la radiación solar, especialmente en el rango ultravioleta.
Por lo tanto, para sobrevivir, las algas marinas desarrollaron un conjunto único de mecanismos de defensa química: sustancias químicas naturales que las ayudan a hacer frente a estos entornos hostiles.
«Se podría decir que las algas marinas son una fábrica natural altamente eficiente para la producción de sustancias valiosas, que pueden ofrecer beneficios significativos para los humanos», indicó Ashkenazi.
A través de los experimentos, cuyos resultados fueron publicados en la revista Marine Drugs, «desarrollamos condiciones de cultivo óptimas e inventamos una forma nueva y limpia de aumentar los niveles de compuestos bioactivos naturales saludables en las algas a un nivel sin precedentes», añadió.
Ashkenazi aseguró que, «de hecho, producimos ‘súper algas marinas’ a medida, diseñadas para ser utilizadas por las industrias emergentes para aplicaciones de alimentos y salud».