Investigadores de la Universidad de Tel Aviv concretaron un gran paso para la medicina personalizada, en este caso en el frente del combate contra las enfermedades infecciosas.
La medicina personalizada se aplica actualmente sobre enfermedades como el cáncer, pero casi no se utiliza en el campo de las enfermedades infecciosas, destacaron desde la universidad israelí.
Una enfermedad infecciosa es una condición en la que un microorganismo (virus, bacteria o parásito) logra penetrar y multiplicarse en el cuerpo humano, causando daño directo a las células del cuerpo.
El daño al cuerpo también puede ser indirecto, como resultado de la reacción del sistema inmunológico, por ejemplo, la creación de inflamación contra el mismo agente causante de la enfermedad (patógeno).
Hasta ahora, los médicos estudiaban la respuesta inmunitaria como una sola unidad, pero un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv descubrió una forma, mediante experimentos y herramientas computacionales, de clasificar dos componentes centrales de la respuesta inmunitaria que operan como resultado de una grave enfermedad infecciosa.
Determinar el tratamiento con precisión
La importancia del descubrimiento, aseguraron, es que abre una puerta al mundo de la medicina personalizada en el campo de las enfermedades infecciosas y la provisión de tratamientos más efectivos para los pacientes.
Por ejemplo, en lugar de elegir un tratamiento uniforme para todos los pacientes, como un antibiótico como la penicilina, el médico podrá determinar con precisión qué medicamento debe dar al paciente y en qué dosis, según la clasificación de la infección.
Esa decisión, explicaron, estará basada en el análisis de la relación entre dos marcadores clave encontrados en la sangre del paciente.
«Las personas reaccionan de manera diferente a las infecciones y, por lo tanto, existe la necesidad de herramientas» que indiquen cómo se espera que lo hagan ante una determinada enfermedad de ese tipo, señaló la profesora Irit Gat-Viks, quien encabezó el estudio junto al profesor Eran Bacharach.
Habitualmente se utilizan indicadores «muy generales para caracterizar estas enfermedades, como marcadores inflamatorios, fiebre, análisis de orina», añadió Gat-Viks.
Pero esos análisis de la respuesta a la infección «que parecían bastante uniformes -continuó la experta israelí-, se pueden dividir en diferentes respuestas según la nueva clasificación».
«Pudimos observar las respuestas del sistema inmunitario con alta resolución e identificar dos tipos principales -aportó Bacharach-: una en la que el sistema inmunitario combate un patógeno que entró al organismo y otra en la que el daño al cuerpo ‘después de la guerra’ con el patógeno se repara».
Sin respuesta médica adecuada
Para la investigación, apuntó, se utilizaron «modelos de enfermedades en animales, herramientas computacionales e información recopilada de personas con diferentes marcadores en sus cuerpos que son indicadores del tipo de respuesta al patógeno».
Gat-Viks recordó que «casi no se utilizan métodos de medicina personalizada en el campo de las enfermedades infecciosas» y que las personas con reacciones extremas a microorganismos como virus o bacterias «carecen hoy de una respuesta médica adecuada».
Con estos nuevos hallazgos, vaticinó, «los médicos podrán diagnosticar mejor la condición del paciente y, como resultado, brindar un tratamiento efectivo que mejorará las posibilidades de recuperación».