Es bien sabido que el uso de combustibles fósiles es una de las principales causas del calentamiento global y el cambio climático. Pero ciertas tecnologías verdes también tienen sus problemas, incluyendo algunas diseñadas para extraer electricidad de algas
Uno de esos casos es el uso de organismos vivos como fuente de corriente eléctrica en las celdas de combustible microbianas, en las cuales la energía química de materias como la glucosa se convierte en electricidad a través de la acción de las bacterias.
«Ciertas bacterias tienen la capacidad de transferir electrones a células electroquímicas para producir corriente eléctrica», recuerdan desde el Technion. Pero «las bacterias necesitan ser alimentadas constantemente y algunas de ellas son patógenas», advierten.
Otro sistema, las células fotoelectroquímicas, también funciona gracias a la capacidad fotosintética, en este caso de las cianobacterias (o algas verdeazuladas) . Sin embargo, producen menos corrientes en la oscuridad, ya que no se realiza la fotosíntesis durante la noche.
Además, apuntan, la cantidad de corriente obtenida es todavía menor que la que se logra a partir de paneles solares, por lo que, «si bien es más benigno para el medio ambiente, es menos atractivo comercialmente».
Aquí entra entonces el nuevo sistema desarrollado por los científicos de la universidad israelí, que encontraron una nueva fuente fotosintética de electricidad desde las algas. (Los resultados del estudio se pueden consultar, en inglés, haciendo click aquí).
Con el experimento, «mostramos que se pueden recolectar corrientes significativas de las algas marinas»
Los investigadores -encabezados por el profesor Noam Adir y el estudiante de doctorado Yaniv Shlosberg- apostaron por el tipo de alga conocido como Ulva, que se cultiva en grandes cantidades en Instituto de Investigaciones Oceanográficas y Limnológicas de Israel (IOLI).
Después de desarrollar nuevos métodos para conectar los bancos de Ulva (también conocida como Lechuga del mar) y las celdas bio-fotoelectroquímicas, el experimento obtuvo corrientes mil veces mayores que las de las cianobacterias.
Se trata, subrayaron, de «corrientes que están al nivel de las obtenidas de los paneles solares estándar».
Además, señaló el profesor Adir, este tipo de alga produce electricidad también en la oscuridad, alrededor de un 50 por ciento de lo que genera durante las horas de luz solar.
La fuente de electricidad «oscura», explicaron, es la respiración, donde los azúcares producidos por el proceso fotosintético se utilizan como fuente interna de nutrientes.
Según se informó, los expertos del Technion y del IOLI ya construyeron un dispositivo prototipo que recoge la corriente directamente en el banco de crecimiento de las algas Ulva.
«Al presentar nuestro prototipo, mostramos que se pueden recolectar corrientes significativas de las algas marinas», dijo el profesor Adir.
«Creemos que la tecnología se puede mejorar aún más y conducir a futuros sistemas de energía verde», completó.