Investigadores del Technion, el Centro Médico Rambam y de la red de hospitales University Health Network de Toronto, Canadá, lograron producir tejidos cardíacos diseñados en 3D a partir de células madre humanas que, en el futuro, podrían ser utilizados para implantes en zonas dañadas del corazón.
El Technion, como se conoce al Instituto de Tecnología de Israel, que tiene su base en Haifa, explicó que, en un primer momento, estos productos en 3D -que simulan los tejidos cardíacos de la aurícula o los ventrículos- «servirán para personalizar medicamentos para pacientes cardíacos y desarrollar nuevos medicamentos para tratarlos».
«En un futuro más lejano, se espera que la tecnología se utilice en la producción de implantes para áreas dañadas en las aurículas y los ventrículos«, afirmó la casa de estudios israelí.
Para demostrar el potencial inherente de esta tecnología, los investigadores desarrollaron un modelo de arritmia en el tejido auricular diseñado por los ingenieros.
El modelo simula el tipo más común de latidos cardíacos irregulares (la fibrilación auricular) y permite examinar el efecto de los medicamentos relevantes para prevenir o detener la arritmia después de que comenzó, precisó el Technion.
Los modelos de tejido auricular y ventricular mostraron propiedades únicas en términos de patrones de expresión de genes y proteínas, actividad eléctrica y propiedades contráctiles, que eran similares a sus cámaras correspondientes en el corazón humano.
«La separación entre estos dos tipos de tejidos es importante porque los medicamentos que pueden mejorar la función de las células auriculares y, por lo tanto, prevenir las arritmias en la aurícula, pueden causar daño a la función de las células ventriculares e incluso inducir arritmias ventriculares», explicó el investigador principal del estudio, el profesor Lior Gepstein, del Technion.
«Por ejemplo, en el caso de la fibrilación auricular (el tipo más común de latidos cardíacos irregulares que también es responsable de más de una cuarta parte de todos los accidentes cerebrovasculares), queremos influir en la actividad eléctrica de las células auriculares usando drogas, sin afectar la función del tejido ventricular«, añadió Gepstein.
«Ahora que podemos fabricar individualmente las células de la aurícula y el ventrículo, podemos analizar cada medicamento para cada tipo de célula por separado«, completó.
Según el Technion, las herramientas de investigación únicas desarrolladas en este estudio (tejido auricular y ventricular diseñado por ingeniería genética y métodos innovadores para estudiarlas) «podrían revolucionar el campo del desarrollo de fármacos, así como la capacidad de adaptar personalmente esos fármacos al paciente a partir del cual se produjo el tejido«.
En el largo plazo, el profesor Gepstein espera que la medicina pueda «utilizar métodos similares para producir también tejido cardíaco para trasplantes en pacientes cardíacos».
«Estos tejidos serán bien recibidos porque se basan en las características genéticas del paciente mismo», vaticinó el científico israelí.