Investigadores del Technion, de Israel, en colaboración con colegas de las universidades de Nagoya y Tokio en Japón, descubrieron una importante nueva función de la proteína del esperma de los mamíferos conocida como IZUMO1, relacionada con la fertilidad.
Este avance, afirmaron, puede llevar a un futuro con diagnósticos y tratamientos más específicos de los problemas de fertilidad humana, y también permitir el desarrollo de formas más sofisticadas de anticoncepción.
Del estudio participaron el profesor Benjamin Podbilewicz y doctor Nicolás Brukman, de la Facultad de Biología de Technion, y el profesor Tetsuya Higashiyama y el doctor Kohdai Nakajima, de las universidades de Nagoya y Tokio.
Los investigadores encontraron que la IZUMO1, señalada como fundamental para la unión de las células sexuales, también desempeña un papel esencial en la fusión de las células para permitir el intercambio de material genético y, en última instancia, la creación del cigoto.
En el 2017, el laboratorio de Podbilewicz descubrió la función fusogénica de una proteína diferente responsable de la fusión de los espermatozoides y los óvulos en las plantas.

Durante la fertilización de los mamíferos, las membranas plasmáticas de las células sexuales se adhieren a través de una interacción entre la proteína del esperma IZUMO1 y la proteína del óvulo JUNO.
Una vez que se ha producido esta unión, IZUMO1 funciona unilateralmente como un fusógeno para permitir el intercambio y la combinación de los respectivos ADN del espermatozoide y el óvulo en un solo núcleo, precisaron los expertos del Technion.
IZUMO1 es la primera proteína de este tipo designada como fusógeno en la reproducción de mamíferos. El presente estudio sobre esta proteína relacionada la fertilidad, añadieron voceros de la universidad israelí, se realizó en laboratorio, utilizando espermatozoides y óvulos de ratones y células renales en cultivo.
Curiosamente, las dos funciones de IZUMO1 (unión y fusión) operan de manera compartimentada en diferentes regiones de la proteína, de modo que cada función puede aislarse potencialmente para abordar problemas de fertilización específicos relacionados con cualquiera de los dominios, lo que abre la puerta a soluciones más personalizadas o específicas.
Esta propiedad recién descubierta de IZUMO1 como fusógeno también puede abrir la puerta a nuevos enfoques para los anticonceptivos orales masculinos de próxima generación, completó el reporte.