Si bien se sabe que la tecnología fotovoltaica es indispensable para mitigar el cambio climático, más del 70 por ciento de la energía que el sol pone a nuestra disposición es desperdiciada en las células solares de paneles convencionales. Existen pocas esperanzas de un avance tecnológico sostenible sin abordar esta cuestión, pero investigadores de Israel propusieron una solución.
La temperatura operativa es un factor crítico en la capacidad de una celda solar para convertir la luz solar en energía libre, explicaron desde la Universidad Ben-Gurion del Negev, en el sur de Israel.
Por esa razón, precisaron, muchas investigaciones se enfocaron en comprender los efectos de la temperatura en la eficiencia de las células solares fotovoltaicas. Sorprendentemente, sin embargo, se sabe poco sobre cuál sería esta temperatura.
En el estudio «El efecto del mantenimiento de una temperatura ambiente fija en la evaluación del rendimiento de los dispositivos fotovoltaicos», publicado en Phys. Rev. Appl., investigadores del Centro de Investigación de Energía Solar de la universidad israelí responden este interrogante equilibrando los índices de fotones y energía del efecto fotovoltaico.

Este nuevo enfoque teoriza una fluctuación de la temperatura, en respuesta al calor producido por la absorción de la luz y la conexión a una temperatura ambiente fija, mientras que los análisis actuales están basados en la premisa de que la temperatura de la célula permanecería fija independientemente de sus condiciones de funcionamiento.
Requisito previo para un avance tecnológico
«La sólida comprensión teórica de este artículo es un requisito previo para un avance tecnológico significativo» en el terreno de las células solares, afirmó el autor principal del estudio, el doctor Avi Niv.
Según el académico, «iluminar los aspectos ocultos del efecto fotovoltaico contribuye a la realización de conceptos disruptivos, como las células termorradiativas y termofotónicas».
Se trata, concluyeron, de concepciones avanzadas de la conversión de la energía a fotovoltaica que permiten recuperar el calor residual de los procesos industriales (termorradiativas) o son más eficientes a la hora de convertir el flujo de energía radiativa solar en electricidad (termofotónicas).