La historia de las olivas o aceitunas es bastante conocida, y el origen de este apreciado fruto, se sabe, se remonta a la cuenca del Mediterráneo. ¿Pero dónde se encontró la evidencia más antigua del consumo de este elemento clave del famoso desayuno israelí? En Haifa, en el norte del país
En efecto, parece ser que nuestros antepasados en la Tierra Santa ya consumían olivas hace más de seis milenios, tal como demuestran los restos de carozos encontrados frente al mar a la altura de Haifa.
El descubrimiento marcó un gran salto frente a las evidencias antiguas anteriores del consumo de aceitunas, que databa de «nada más» que 4.000 años.
Además, el hallazgo del grupo de científicos del Technion y de las universidades de Haifa y Tel Aviv, estableció el eslabón que faltaba entre todos los usos que los antiguos le daban al típico árbol de la región.
Un equipo multidisciplinario de once universidades trabajó para establecer que se trataba de olivas para comer, y no para fabricar aceite
Este descubrimiento «completa la cadena de uso del olivo, comenzando con la madera para quemar, pasando por la producción de aceite hace unos 7.000 años» y, ahora, las muestras del consumo de la fruta, destacó el doctor Ehud Galili, del Instituto de Arqueología Zinman, quien dirigió los trabajos.
La investigación que llevó al hallazgo de las semillas se realizó en Hishulei Carmel, aproximadamente 500 metros al sur de las últimas playas de Haifa, tanto en la costa como hasta 120 metros mar adentro.
Fue precisamente durante los estudios bajo las aguas -en una zona que hace 6.600 años era todavía parte de la costa en la superficie-, que los expertos hallaron dos estructuras de piedra ovaladas conteniendo miles de carozos, la mayoría de ellos completos y excelentemente conservados.
Para identificar el uso que se hizo de esas aceitunas (miles de años antes del famoso desayuno israelí) se puso en marcha un equipo multidisciplinario de arqueólogos y botánicos de once instituciones de investigación, en Israel y en el extranjero.
Los productores usaban sal marina para preparar las olivas en salmuera
«Apenas encontramos los carozos de aceituna, pudimos ver que eran diferentes a los utilizados para producir aceite de oliva», señaló la doctora Dafna Langgut, de la Universidad de Tel Aviv.
En los restos arqueológicos de producción de aceite de oliva, la mayoría de los huesos se encuentran triturados, mientras que la mayoría de los que se encontraron en las aguas frente a la costa de Haifa «estaban enteros», añadió la investigadora.
Además, la ubicación del hallazgo, en un sitio que en aquella era se encontraba en la costa -y no bajo las aguas- indicaría que los productores de oliva utilizaban la abundante sal marina para preparar los frutos en salmuera.
«La falta de partículas de árbol de olivo, que se encuentran generalmente en los desechos de la preparación de aceite -concluyó la profesora Mina Weinstein-Evron, de la Universidad de Haifa-, refuerza la idea de que las aceitunas se lavaron repetidamente, como es común en el proceso de salmuera incluso hoy en día«, cuando es parte del desayuno israelí.
Los resultados del estudio se pueden consultar, en inglés, haciendo click aquí.