La plantación que un instituto israelí desarrolló en un kibutz del sur del país para «resucitar» palmeras de hace 2.000 años logró ahora una cosecha tan abundante que pronto comenzará a vender dátiles al público
Todo comenzó en el 2005, cuando un grupo de expertos germinó una de las semillas de palmera datilera descubiertas por el famoso arqueólogo Yigal Yadin en Masada (Metzadá).
Las semillas fueron halladas a mediados de los años ’60 debajo de los escombros en el acceso del Palacio Norte del yacimiento arqueológico cercano al Mar Muerto y almacenadas durante décadas.
Hasta que llegaron las doctoras Elaine Solowey, directora del Centro de Agricultura Sostenible del Instituto Arava, y Sarah Sallon, jefa del Centro de Investigación en Medicina Natural del Hospital Hadassah.
La primera palmera datilera «resucitada» fue bautizada «Matusalén»
Ambas pusieron manos a la obra para lograr una misión considerada «botánicamente imposible»: resucitar a la Phoenix dactylifera de la era bíblica, la palmera datilera, y producir frutos comestibles.
La primera de estas palmeras que pudo crecer a partir de las semillas de hace dos milenios fue bautizada «Matusalén». Más adelante, las doctoras Solowey y Sallon trataron de replicar el experimento con otras 32 semillas intactas adicionales, de las cuales seis brotaron.
Las semillas, explicaron desde el Instituto Arava, fueron germinadas calentándolas e hidratándolas lenta y gradualmente. Luego se les administró ácido giberélico, una hormona vegetal promotora del crecimiento y fertilizante enzimático.
A principios del 2019, tres de los seis árboles fueron sacados de su invernadero para plantarlos al aire libre en el Parque de Investigación y Visitantes del Instituto Arava en el kibutz Ketura, en el sur de Israel, unos 50 kilómetros al norte de Eilat.
El reporte del Instituto Arava señaló que el primer árbol, Matusalén, era macho. «Afortunadamente -añadió el informe-, las pruebas de ADN revelaron que dos de los árboles posteriores eran hembras, y una de ellas, ‘Hannah'», terminó produciendo 111 dátiles en setiembre del 2020.
Ahora se podrá probar «un alimento básico de la dieta de la antigua Judea»
Los investigadores en el kibutz Ketura pudieron darse entonces un gusto histórico: probaron algunas frutas creadas a partir de las «semillas arqueológicas» y otras las almacenaron para investigación.
Ahora, según reportó el Jerusalem Post, la segunda cosecha de dátiles fue lo suficientemente abundante para poder poner algunas frutas a la venta. Los visitantes que adquieran los dátiles, serán capaces de «probar un alimento básico de la dieta de la antigua Judea», dijo el diario.
Se trata de «un milagro en varios niveles», afirmó la doctora Solowey. «Las semillas de las excavaciones arqueológicas brotaron con éxito y, contra todo pronóstico, brotaron árboles femeninos entre ellas», destacó la investigadora.
En el kibutz en el Negev, completó, «estamos emocionados de revivir una variedad ancestral de dátiles», iguales a los que se consumían en los tiempos de la Biblia.